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Del día 5 al 9 de marzo la coordinadora de Biblioteca Digital de Humanidades de la Universidad Veracruzana, Martha Ordaz organizó un interesante curso de Gestión Editorial “Que los proyectos se vuelvan libros” impartido por Elena Bazán, quien cuenta con diez años de experiencia en la industria editorial y además tiene una asociación de prestigio que realiza Estudio de Servicios Editoriales conocido como “Se Hacen Libros”, con sede en la Ciudad de México y en España. Elena Bazán es una destacada “freelance y outsourcing”.
Los trabajos del freelance y de los integrantes de un outsourcing son indispensables hoy en día en todo proceso editorial, donde se realiza una segmentación, así como estudios y análisis de las personas que se requieren para desempeñar distintas actividades. El freelance no tiene ningún derecho pero si puede aspirar a ser contratado. El outsourcing tiene amplias funciones, hasta puede contratar a empresas o personas para realizar una producción o tarea editorial.
Transcurrían las horas y sólo había aproximadamente unos 15 minutos para un breve descanso, mientras las clases proseguían, encaminando a los participantes con los siguientes temas: Introducción al medio editorial, gestión del proyecto, producción del libro, trabajo editorial de mesa, modelo de negocios, áreas de oportunidades laborales y presentación de tarjeta. Fue maratónico y muy nutrido en sus comentarios, participaciones y vivencias de Elena.
Escribir un libro, una revista o un periódico, llevarlo a la imprenta y hacérselo llegar a los lectores, no es una tarea fácil, pero si implica una gran labor donde intervienen varias personas. Llegar a colocar un material editorial es una actividad que se debe realizar y que en ocasiones suele pasar desapercibido. Es necesario convencer a los otros, a los demás, al público que lo que van a leer es interesante y le será de gran ayuda, por eso deben tener el libro, periódico o revista.
El escritor está trabajando en su libro, sin embargo, posteriormente ese libro debe contener un diseñador editorial, un coordinador, revisores técnicos, un traductor, una persona que realice las cotizaciones, un corrector de estilo, formador, diseñador de cubierta, preprensa, almacén, distribuidor, impresor, en fin, según cada material, surgen requerimientos, hasta tener un sello editorial reconocido, ya sea de una empresa, institución gubernamental u organización no gubernamental.
En la industria editorial el papel de los libreros es fundamental, los gestores editoriales deben estar en permanente contacto con los libreros. Bien lo expresara Elena Bazán: “Lo digital no es el futuro, es lo de ayer”, por lo tanto no debe haber diferencias entre lo impreso y lo digital. Hagamos uso de estas dos herramientas del saber, porque los dos son fundamentales para acercarse a los libros, las revistas, los folletos, los periódicos, los suplementos, entre otros.
Cada proyecto editorial es único, sólo hay que impregnarle los elementos precisos para que sea un éxito cuando salga a la luz pública. En ello deben considerarse la presentación y la estructuración. La comunicación es lo más efectivo y eficaz. Para ello se requiere de personas como Elena Bazán, Martha Ortiz y de los que participamos en el curso “Que los proyectos se vuelvan libros”. Corramos la cortesía. Paxkatkatsini (Gracias).
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