22 de Diciembre de 2024
Entorno Político | OPINIÓN
Viernes 26 de Junio de 2020 | 6:18 p.m.
Lenin Torres Antonio
Lenin Torres Antonio
Crónicas urgentes
A propósito de las lecciones que tenemos que aprender de la pandemia del coronavirus

A propósito de cómo hacer campaña política de “a muertito”, y “sin hacer nada” o haciendo la maldad.

 

Leí una noticia que señala que el candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos Joe Biden, se despega en 10 puntos del presidente del otrora Imperio norteamericano, Donald Trump, en los sondeos presidenciales hacia la Casa Blanca. La pregunta que es obligatoria hacerse es, ¿cómo le hizo?, si se la ha pasado en cuarentena, y su partido el demócrata, realmente no ha hecho una oposición férrea a las políticas públicas de Donald Trump, incluso podemos decir que se ha mantenido aliado en casi todas de sus políticas públicas: política exterior (cuidando los intereses geopolíticos del “Imperio”, apoyando el enfrentamiento con China, Rusia, Irán y la Venezuela de Maduro), política migratoria (callándose hacia su política migratoria racial y xenófoba, principalmente hacia la emigración latina y la construcción del muro para separarse de los guetos latinoamericanos), económica (apostando por la reapertura económica), en la crisis sanitaria del Covid-19 (manteniendo silencio del coste en vidas humanas a expensa de priorizar la economía), incluso podemos decir, que ante el tema de las protestas raciales ¡no puedo respirar!, los demócratas se han mantenido en un pernicioso silencio, o en tibios reproches, quizás porque comparten con los republicanos el sentimiento de la supremacía blanca. Y sin hacer nada, como lo dije, le saca 10 puntos de ventaja a Trump. ¿Qué sucede?:

Primera lección:

Los efectos de la pandemia del Covid-19, han roto los moldes clásicos de hacer oposición, puesto que el que gobierna carga con los reproches de la población de los estragos que ha causado tanto en vidas humanos, sufrimiento, como deterioro de la economía familiar, y esto ha sido suficiente para ser usado de forma pasiva como activa (es el caso en México), por la clase política de siempre (según el documentalista Moore), en cada uno de los países del mundo, me atrevo a decir que ningún gobierno se ha salvado de esos reproches y disminución de la preferencia electoral, por una simple razón, porque el gobierno fue electo para cuidar del bienestar de los habitantes de los países del mundo, y la gente quiere resultados y punto.

Segunda lección:

Pese a que ningún país del mundo se encontraba preparado para el Covid-19, y que las políticas públicas neoliberales fueron paulatinamente degradando los servicios públicos sanitarios de la mayoría de los países, o privatizándolos como fue el caso de los Estados Unidos, o, y eso hay que decirlo, en Europa intentando conciliar su presente francamente capitalista con sus entrañas espirituales sociales (ideológicamente), donde pese a apostar a una protección sanitaria pública, también le fue insuficiente evitar los costes en vidas humanas del coronavirus, la oposición de muchos países del mundo, reprochan que no pudieron haber hecho más los gobiernos de esos países del mundo, presentándose sin ninguna propuesta viable o alternativa, como que si hubieran estado al frente de esos gobiernos, lo hubieran hecho mejor; pero eso no es cierto, porque simplemente, al igual que todos los gobiernos actuales, tendrían enfrente la total ignorancia de enfrentar a algo terriblemente nuevo y letalmente poderosos como lo ha sido la pandemia del Covid-19; sin antecedentes y preparación preventiva médica, sin una población capaz de responder a las nuevas conductas higiénicas y de cercanía que se ha exigido para aminorar los efectos de la pandemia del Covid-19, sin una vacuna a corto plazo, y con los efectos de una crisis económica que se hizo acompañar a la desmovilización humana provocado por la pandemia del coronavirus, y sin una consciencia social de que estamos ante un nuevo relato de la condición humana.

Tercera lección:

El Covid-19 nos deja ver las entrañas más perversas del ser humano, que su tendencia depredadora no se detiene, y que el acto comunitario se somete a los apetitos egoístas e individuales del hombre como siempre, por eso es factible darse cuenta que la lucha por el poder público se mantiene intacta, y que los instrumentos de dominación y esclavitud se mantienen vigentes, haciendo parecer que no pasara nada, que podemos enfrentarnos en una visceral lucha por el poder político público sin ética ni consciencia social como siempre, que mañana nos despertaremos de esta pesadilla que vive el mundo, y que cada uno ocupara el lugar que ha ocupado en esta narrativa que ha fracasado sin que nos diéramos cuenta, que llamamos civilización humana, y por ende, que vivimos el mejor de los mundos posibles.

Cuarta lección:

Los elementos que tienen los gobiernos del mundo para reportar buenos resultados ante el enfrentamiento contra el Covid-19, es multifactorial, puesto que tienen que ver con factores materiales y económicos (acumulación de riquezas), y en ese renglón pocos son los países que la pandemia los agarraron con suficientes recursos económicos y materiales, por la sencilla razón que construimos un mundo desigual y sin justicia social, así que en este sistema neoliberal unos cuantos países son los privilegiados, la inmensa mayoría de los países del mundo ha tenido que apostar a la benevolencia de otros factores, o a la suerte; que tiene que ver como factores medio ambientales (deterioro del medio ambiente y suciedad), como poblacionales (concentración poblacionales promiscuas); que tiene que ver con la educación y la memoria histórica, esto pensando en la capacidad que tiene una población de ser disciplinada y responder a los consejos que la Organización Mundial de la Salud ha estado haciendo, periodo de cuarentena efectiva, higiene y sana distancia entre otras, así como conservar y poder recordar y no repetir el sufrimiento del pasado colectivo o personal; genéticos y médicos, algunos estudios han dicho que la gravedad de la infecciones provocadas por el Covid-19 dependen de la predisposición a factores sanguíneos, alopécicos, inmunológicos, etc., en fin, que todavía no está escrito el manual para enfrentar con efectividad al Covid-19.

Quinta lección:

Por qué en América se ha cebado con más sufrimiento el Covid-19, principalmente en Estados Unidos y América Latina, porque, aunque pareciera increíble, en Estados Unidos permitió mostrar, pese a su aparente bienestar, que siempre se empeñó en demostrar que era el lugar del ensueño y no de la banalidad que al final resulto ser, o que lo sabíamos, peo la droga que nos suministró el sistema neoliberal no nos permitía discernir entre apariencia y realidad, es una sociedad dogmática, racial, ignorante pese a sus prestigiosas universidades, desigual, con una clase política anquilosada en sus eternas alternativas bipartidistas, sin la posibilidad de otra visión de la vida y la sociedad, con un sistema sanitario totalmente privado, con un gobierno que todavía enfrenta la pandemia del Covid-19 con políticas públicas limitadas por el poder económico privado, que le exige priorizar la economía a coste de las vidas humanas de estadounidenses, que incluso, podemos decir que la crisis sanitaria del Covid-19 benefició a las grandes fortunas, como por ejemplo “la fortuna de Jeff Bezos, dueño de Amazon, se incrementó en el curso de la crisis de la Covid-19 en 25.000 millones de dólares, es decir, más o menos como el PIB de Honduras. Su fortuna se eleva ya a 150.000 millones de dólares, el equivalente al PIB de Hungría; y se calcula que podría llegar rápidamente al billón de dólares. Cada vez resulta más difícil encontrar sentido y significado a esas fortunas descomunales”, y que esto es un despropósito, como la vemos en el contraste, el país con más muertos e infectados con ricos más ricos por la misma crisis sanitaria, en fin, que el país de la perfección está haciendo aguas por doquier.

Y nuestra entrañable y querida América Latina, con sus contradicciones, sus prejuicios, su ignorancia, su espíritu domado por siglos de dominación y esclavitud, con su prosa dulce y rica pero inútil y alejada de la realidad, quizás fue para fugarse de lo real que le constriñe adentro de sus seres, con una clase política pobre y comprada por los intereses económicos, con sus pocas voces de libertad y coherencia que se silencian con los sin escrúpulos y ladrones, con sus pueblos bullangueros que deambulan dando tumbos de pobreza y mediocridad, ya ni si quieran sus santos patrones importan y hacen el milagro, ahora son solo el pretexto para el vicio y el cortejo sexual; nuestra América Latina, madre abnegada que no conoce la felicidad, pues siempre ha sufrido escases, pobreza, marginación y varapalos, hasta la naturaleza se ceba con ella, y ahora ese virus que no distingue entre nobleza y avaricia, entre amo y esclavo, entre rico y pobre, porque si lo hiciera, seguro no la estaría haciendo sufrir tanto, madre abnegada que sabe que el Covid-19 fue introducida por los pocos ricos que si podían viajar, como fue cuando sufrió los estragos de la viruela y demás infecciones que trajeron los colonizadores; y ahora enfrenta a un virus mortal sin dinero, y con pueblos sedientos y con hambre, quienes no pueden darse el lujo de estar en cuarentena y que los mantengan, y quienes tienen que ir a buscarse el pan de cada día, como hace mucho tiempo, aparte le agregamos, su ignorancia, que lo hace temerarios, “si para morir nacimos”, “con un buen aguardiente se mata ese virus”, para qué ponerse más velos, más cubre bocas, si toda la vida ha estado muda, encubierta, furtiva, al acecho, pese a sus riquezas materiales que solo las produce y ve como parten para los países amos, con sus gobernantes sin estados fuertes, lacerados por la corrupción y el engaño, parece que la crisis del Covid-19 vino para quedarse, no sé si evadir esa realidad provoca esa conducta irreflexiva y suicida, la cuarentena nunca fue cuarentena, los exhortos nunca fueron escuchados, aun cuando la muerte les toque a la puerta niegan que exista tal virus, una denegación que se está haciendo mortal y terrible.

Sexta lección y última:

Aunque me importa el mundo, el mundo más cercano es el que me importa realmente, para hacer el bien hay que estar bien, la piedad y caridad cristiana en estos momentos no sirven. Aunque sé por qué estamos tan lejos de estar bien, que hay un agotamiento de esa narrativa perversa que reiteradamente les he hablado, creo que como apunta nuestro “loco” y querido Nietzsche, continuaremos creyendo, viviendo en ésta nada, en éste vacío, en esto dioses y estos mitos inútiles, mientras tengamos esta gramática, el lenguaje es destino, y el destino ya está escrito. El Covid-19 viene a ser la piedra en el zapato de estos tiempos post moderno, o tardo moderno, fragmentado en una unidad inalcanzable, porque nunca ha existido, ni existirá.

 

*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

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