La acción financiera debe ser responsable, social, y con visión de futuro.

José Luis Lima Franco

El título señalado es tanto el nombre de la conferencia que expuso el pasado 18 de septiembre el Maestro José Luis Lima Franco en el Foro de Ciencia Política organizado por El Colegio de Veracruz, como la política económica y fiscal que ha seguido como Secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno del Estado desde el inicio de la presente Administración.

Los objetivos de las finanzas públicas pueden variar tanto teórica como prácticamente; en un sentido macroeconómico (en este caso al nivel de la subnación Veracruz) están indicando el comportamiento de las variables ingreso y gasto del gobierno, es decir, el ejercicio de las políticas impositivas y de distribución del gasto público en nuestro estado, que si bien obedecen al Pacto Fiscal Federal y son obligatorias en lo general en su ejercicio a nivel estatal y municipal -y por lo tanto no pueden ser modificadas fácilmente-, reflejan también la necesidad de un orden estabilizador y un destino fiscal que en sí, es la síntesis de la políticas públicas de planeación, bienestar social, desarrollo económico estatal, desarrollo regional sostenido y sustentable, vistas desde el ángulo de los egresos; y desde el ángulo de las fuentes de ingreso: de aquellos impuestos que rebasan el ámbito federal y que se traducen en una política tributaria, de índole regional que buscaría, en última instancia, moderar la disparidad o concentración del ingreso.

El procedimiento parece sencillo, pero las administraciones estatales anteriores en su extremo desorden financiero, demostraron más bien que la fórmula dinero y poder puede ser usada con fines particulares, muy alejados de las políticas públicas para los que fue diseñado su ejercicio.      

La disciplina financiera, entonces, bajo el principio dinámico de la igualdad del ingreso y gasto, se vuelve una disciplina central para los administradores públicos de los recursos públicos (y es necesaria la redundancia). ¿Por qué? Es muy sencillo el paso al endeudamiento de los gobiernos estatales y federal: el solicitar financiamientos para cumplir determinados “objetivos de desarrollo económico”, y de esta forma, crear un círculo vicioso de endeudamiento que empeña el futuro económico de las nuevas generaciones, tal y como lo estamos viviendo. Por ello se busca mantener el equilibrio entre los dos brazos de gobierno con el objeto de poder estabilizar -y garantizar- un crecimiento sostenido a mediano plazo de la economía nacional y/o estatal con recursos financieros propios, internos.  Se sigue así un principio de la economía Keynesiana moderada o matizada con objetivos macroeconómicos de estabilidad fiscal.  

En este sentido, el Maestro Lima Franco definió el concepto de disciplina financiera: “La disciplina financiera es el conjunto de acciones enfocadas a la racionalización y optimización de los recursos públicos, para evitar el gasto innecesario, enfocándose en la inversión y el bienestar social, dotando de bienes y servicios más eficientes mejorar las condiciones de vida”. Como se aprecia, es mucho más que una definición, se trata de toda una política fiscal que se está ejerciendo en Veracruz desde el 2018 para poner orden donde existió caos, por llamarlo de la manera más diplomática, pero las palabras y las cifras del Secretario Lima Franco son muy elocuentes:

“Al inicio de esta administración en 2018, el pasivo total del Estado era de un poco más de cincuenta y nueve mil millones de pesos; al día de hoy traemos un pasivo total de cerca de cincuenta y cuatro mil millones de pesos; es decir, se ha reducido aproximadamente cinco mil millones de pesos la deuda total del estado”.

La disciplina financiera en general, es un objetivo que se define necesariamente a nivel federal o nacional (Ley del 2016), y corresponde a un manejo macroeconómico del  mismo orden, como es el que se ha llevado a cabo por los Secretarios de Hacienda que cumplen con ese objetivo, una meta muy difícil de lograr por los diferentes tiempos y velocidades de cada acto fiscal, tanto en el ingreso como en el gasto, y como en sus registros en la contabilidad nacional (que es una construcción social) así como en el manejo del Pacto de Coordinación Fiscal a nivel federal, que requiere ser cumplido tanto por los estados como por los municipios, que no hay que olvidar que son libres, y que no obstante, tienen que cumplir con la planeación, programación, presupuestación, ejecución y control de gasto gubernamental.

Así mismo el Secretario Lima Franco citó algunos mecanismos y acciones en torno al ejercicio de la disciplina financiera en el período 2019-2024, entre los que destacan: la búsqueda del equilibrio presupuestal mediante la reducción de deuda de corto plazo y la sostenibilidad de la deuda a largo plazo, así como el aumento en los ingresos propios y la reducción en las cuentas de orden y, de manera destacada  la información y rendición de cuentas, ejemplo de lo cual fue la conferencia que aquí se glosa y se cita.

El reflejo social de la disciplina financiera, es central para el Maestro y Secretario y lo clarifica y dirige en los objetivos que busca lograr su administración financiera: pasar de una calificación crediticia negativa a una de mayor nivel de confianza, el fortalecimiento financiero del IPE, “esta administración no solo no ha tocado la reserva, sino la ha aumentado en poco más de quinientos millones de pesos”, los saldos históricos cubiertos mediante el pago de las deudas de organismos públicos descentralizados y autónomos: “gracias a la disciplina financiera y a los convenios de coordinación administrativa con el SAT, se pudo  pagar poco más de tres mil trescientos millones de pesos que se le debían a la Universidad Veracruzana y que ésta le debía al SAT”.

Adicionalmente, y bajo el tema de la satisfacción de las necesidades de los veracruzanos: “Con la crisis financiera del 2016, uno de los aspectos que fueron muy castigados para poder cumplir con los compromisos fue el tema de la inversión pública, inversión pública en el estado se cayó en el 2016 un poco más de tres mil trescientos millones de pesos, y este 2021, estaremos cerrando en poco más de diez mil millones de pesos, es decir, hemos triplicado de ese momento a la fecha la inversión pública en el Estado.”

De esta forma, el objetivo del bienestar social, expresó el Maestro Lima Franco:  tendrá hacia la población una política fiscal expansiva, la cual se verá reflejada con más caminos y carreteras, hospitales, escuelas. Logrando con ello atraer más inversiones y generar empleo, sin aumentar la deuda total, obteniendo así, el bienestar social.