Cuando se dice que, el estado de Veracruz, debe ser gobernado por una o un veracruzano, no se trata de un acto de xenofobia, sino, por lo contrario, de una propuesta de congruencia.

En efecto, al referirnos a la costera entidad, hablamos de contar con el primer municipio de la América continental, con el Registro Civil que expidió la primera Acta de Nacimiento del país, de los Portales de Zevallos dónde se firmaron los Tratados que dieron lugar a la Independencia Nacional. El sitio en que Yanga, llevó a cabo la primera revuelta popular.

 

Hablamos de la tierra, en la cual surgió la Cultura Madre de Mesoamérica: los Olmecas, además, de los Totonacos, que desafían la gravedad intentando que el hombre cumpla su sueño de volar.

 

En el sotavento jarocho, Moncayo se inspiró para crear su Huapango, himno informal de los mexicanos que nos idéntica por el mundo. ‘La Bruja’, decide volar por los cielos de la Huasteca veracruzana. En Alvarado, nació el padre de todos los sones: ‘El Siquisirí’.

 

En Veracruz, se dio la más grande reforma educativa de la que haya memoria, encabezada por el maestro Enrique C. Rébsamen, lo que nos convierte en pioneros del normalismo y, con el estridentismo, sede de la ‘Atenas Veracruzana’.

 

Cárdenas, comprendió en la ‘Faja de Oro’, la importancia de expropiar.

Decanos de la prensa escrita, de las orquestas sinfónicas y gozadores del mejor café de altura del mundo, acaso: ¿no merecemos ser gobernados por una o un veracruzano?

 

Al carajo con las imposiciones…Veracruz, por ti seré, por ti seré…

Posdata musical: acá, también se compusieron ‘Las Golondrinas’, por si alguien necesita que se las canten.