Tepemasehualme tlajtoan ka teotl pan ni ojtlatipajtli.  Pan tepetl itsto inelhuayotl nochi tlamantli. (Yolxexelojto)

La gente de la montaña habla con Dios a través de la naturaleza. En la montaña està el principio de todas las cosas. (Corazón dividido)

Zeferino del Àngel Santiago trae a nosotros a los pueblos originarios de la región huasteca, además de los tarahumaras y desde otras regiones étnicas del país. Como docente veracruzano que ha radicado en Guadalajara y quizás en otros estados, nunca ha perdido su originalidad, sus raíces las lleva consigo a donde fuere. Aquí no se cumple en dicho: “A donde fueres, haz lo que vieres”, porque su identidad la tiene y lo compromete como ser humano en el mundo del multiculturalismo. Sus rescates y aportaciones a la sociedad como maestro frente a grupo, como ciudadano y como escritor, se manifiestan de distintas maneras. Es ahì donde encontramos a un escritor con sensibilidad y con tacto para hacer las cosas.

Hace algunos días el doctor Àngel Rafael Martìnez Alarcòn y la subdirectora de Educaciòn a Distancia y Continua de El Colegio de Veracruz, la maestra Laura Elizabeth Bello Reyes me hicieron llegar el libro “Tlatenpohuali Tonaltsalan / Cuentos bajo sombras”. El cual, desde un principio, llamó mi atención. A Zeferino no lo conocía personalmente, no obstante, cada escritor se da a conocer por su estilo y su redacción al momento de compartirnos sus textos. Les agradezco a Laura Bello, Ángel Rafael y Zeferino por hacerme partícipe de esta hermosa obra literaria. Así como a la doctora Sara Ladrón de Guevara por su participación en la presentación de esta obra literaria.

El libro se distribuye en 12 cuentos que están escritos en náhuatl de la huasteca y en español, con dos prólogos y una breve reseña del autor en su lengua materna. Las personas que hablan un idioma nacional o varios idiomas nacionales tienen derecho a manifestarse a través de textos impresos o digitales, de acuerdo a la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas promulgada el 13 de marzo del año 2003. Conozco a Natalio Hernández y Juan Hernández, dos nahua hablantes que escriben poesía, cuento y textos desde su cosmovisión. Hoy reconozco también el trabajo que está realizando y que ha realizado el maestro Zeferino del Ángel.

Amor de ciegos, sentimiento animal, el espejo de Lucas, después de morir, crisis de un Nerd, los de arriba, camino verdadero, quisiera ser profesor, alcohol asesino, los perruchos y el rebozo, son solo los temas de cada uno de los cuentos que nos dejan enriquecedoras enseñanzas a la comunidad lectora que se acerque a esta obra.

Lo que sucede en el campo o en un pueblo chico, pasa de voz de voz en voz y de generación en generación. El jornalero agrícola, el pequeño propietario o hasta el mismo ejidatario sufren en determinados tiempos cuando se ven afectada su producción por un desastre natural o por la ausencia de la lluvia, como recientemente cada uno de los presentes padecimos por el calor extremo en la capital del estado de Veracruz.

En las instituciones educativas se enseña que hay tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Sin embargo, el cuarto poder lo representan los medios de comunicación y el quinto poder, la religión. En los cuentos de Zeferino descubrimos no solo a la teología conservadora y teología de la liberación, también está la teología del libertinaje donde cada sacerdote hace lo del “Padre Amaro”. Pero no por eso se debe generalizar, en la religión como en otros ámbitos, no todos son buenos, ni todos son malos.

En los cuentos de Zeferino hay filosofía, costumbrismo y antropología. Las vivencias de los personajes te trasladan a la realidad y a la ficción, destacando los valores en algunos de ellos. El autor ha escrito con el corazón, pero también con la mente y la conciencia de que aún falta mucho por hacer. Una es dar a conocer las problemáticas que suceden en las comunidades rurales e indígenas, y que también suelen pasar en una que otra ciudad.

Por lo tanto, me quedo corto con comentar acerca de la madre naturaleza, el cuidado de los animales, la tarea del maestro, las diferencias sociales, el fortalecimiento del estado de ánimo, el corazón partido porque a veces nos cegamos en el amor.

Por lo que, antes de terminar mi participación los invito para seguir ese camino verdadero por el que nos invita el autor.

Pakilistli tlamatine Zeferino del Àngel Santiago.

Escritor veracruzano de un rincón del totonacapan.

venandiz@hotmail.com