Millones de personas vimos anoche en el Zócalo, en la tele o en nuestros teléfonos, el último Grito de Independencia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y hace rato lo vimos izar la Bandera en el Zócalo, previo a su último Desfile del 16 de Septiembre.

Su última arenga desde el balcón central del Palacio Nacional resume su ideología:

Vivan la libertad, la igualdad, la justicia, la democracia, la soberanía, el amor, los trabajadores, los migrantes, los pueblos indígenas, la grandeza cultural de México, todos los mexicanos y la Cuarta Transformación. Desde luego: Viva México. Y mueran: la corrupción, la avaricia, el racismo, la discriminación.

¿Qué mujer o qué hombre de bien podría no estar de acuerdo con esto? ¿Quién de nosotros podría no estar dispuesto a honrar esa visión que nos ha movido los últimos seis años?

En 14 días, este hombre, que ha dejado una huella muy profunda en la transformación de México, dejará de ser Presidente.

Lo vemos partir con nostalgia anticipada pero, al mismo tiempo, tenemos la certeza de que su legado durará para siempre. Porque sabemos que la Transformación que inició el presidente Andrés Manuel no tiene marcha atrás y el cambio de rumbo que vivimos en su Mandato dará forma al México del futuro.

Hoy sabemos que somos dueños de nuestro destino y que el pueblo puede, quiere y sabe mandarse a sí mismo por la vía democrática, con las leyes en la mano y sin temor a derribar los privilegios que la vieja clase gobernante construyó para sí misma.

También, hoy, más que nunca, tenemos muchas razones para celebrar nuestra Independencia y a nuestro gran país.

En Veracruz, anoche me tocó la distinción de acompañar en su último Grito de Independencia al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien tampoco encontró una tarea fácil levantando al Estado de las ruinas en las que se lo entregaron.

Ahí estuvo también la gobernadora electa, Rocío Nahle, invitada de honor que pronto tendrá en sus manos las riendas de la segunda etapa de la transformación en Veracruz.

Por lo pronto, en 15 días, con la presidenta Claudia Sheinbaum al frente, inspirados y animados por el ejemplo de AMLO, la 4T entrará al segundo piso de su larga vida. Va de nuevo: ¡Viva México!