Queda entonces una semana más al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, desde las elecciones de junio anterior, ha emprendido sin tregua visitas a distintos puntos del país compartidos con  los cambios legislativos que a su juicio son necesarios en la continuidad de su proyecto de gobierno,  con todo y los asegunes que se esgriman.

Más que vista que con la sola y denominada reforma judicial, recién aprobada por el Congreso, que representa un cambio inevitable en los equilibrios entre los tres poderes del estado mexicano y en la que ya no hay vuelta hacia atrás, como último y fuerte jalón del gobierno que se va.

Aún pendiente lo que sucederá en el  el resto de los tribunales estatales y otras reformas a la vista:

Las fiscalías, general de la república y las locales, que al parecer no las calienta ni el sol porque son parte no sólo del desprestigio del que –con muy valiosas excepciones, que las hay-  gozan y han contribuido a la atmósfera de inseguridad que permea en la sociedad, por eso urgen.

Y qué decir de la Guardia Nacional, que pasa  formalmente a esferas de control del ejército, lo cual permite considerar y anticipar que con sus acervos, experiencias e inteligencia, ya han de tener detectados los principales focos de la delincuencia organizada, la cual  y más allá de la pulverización con la que se enfrenta y los millones con lo que opera, han de equilibrar uno de los fenómenos que más afectan e incluso perjudican las perspectivas de nación moderna y global que se persigue, la inseguridad.

Pero López Obrador se va la semana entrante del Palacio y con todo y que deja cuadros de primer grado afines en la esfera gubernamental y de su partido Morena vigilante, corresponde a Claudia Sheinbaum equilibrar lo que sea necesario y actuar en favor de su proyecto de continuidad del segundo piso de la cuarta trasformación, hacer realidad justicia y estado de derecho.

Así que el que se va aunque no se haya ido, se fue.

Atraques

1.     Los gobernadores, sean morenistas o de otros partidos, están inmersos en el pacto federal y ello supone perfeccionar la impartición de justicia y de paso una profunda revisión, en conjunto con la Guardia Nacional, de las policías estatales y municipales, , incluidos los que toman posesión el 1 de diciembre.

2.     Por diversas circunstancias y razones el ejecutivo federal asignó numerosas tareas a las fuerzas armadas en áreas estratégicas, además de la seguridad,  de la economía: puertos, aeropuertos, aduanas, Tren Maya, refinería Dos Bocas, terminal aérea Felipe Ángeles, medicinas, alimentos, reforestación, muchas tareas que con sus pros y contras son más que relevantes, ahora la nueva presidenta puede incluir con gran tino, transparencia.

3.     La gobernadora electa de Veracruz, Roció Nahle, le esperan tareas centrales en su plan de gobierno en conjunto con el federal, pues en ese estado, alimentos, energía, puertos, turismo, cultura, ciudades medias, industrialización, infraestructura, seguridad en carreteras, por citar algunas, hay tareas para dar y regalar.

4.     Coatzacoalcos es el tercer puerto petrolero mundial, luego de Arabia Saudita y el corredor Galveston-Houston, por lo que requiere retomar el papel estratégico mundial  que se ha ganado y que con el corredor del Istmo tiene  todo para ostentar ese muy destacado lugar.

5.     Por último, el Golfo de México es una parte del oceáno Atlántico con mayores grados de contaminantes, debido principalmente a que desemboca el río Misisipi de Estados Unidos con todos los elementos de la tabla periódica de Mendeleyev al cubo. México tiene lo suyo con los ríos Pánuco, Tuxpan, Papaloapan, Coatzacoalcos, entre otros, con altos grados de contaminación. De basura ni hablar.