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El aniversario luctuoso del profesor Marcelino González Torres (Zacatecas, 11 de julio de 1902–23 de septiembre de 1982), uno de los pioneros de la educación física en el México posrevolucionario, invita a reflexionar sobre esa generación de profesores formados en el ideal vasconcelista de llevar la educación –incluyendo la cultura física– a todos los mexicanos.
Tuve la suerte de conocer al tío Marcelino cuando ya estaba jubilado y tenía la paciencia de acompañar a los nietos por las calles de Zacatecas, platicando las leyendas y anécdotas de esa histórica ciudad colonial.
Sus biógrafos afirman que él fue quien llevó la primera pelota de basquetbol a Zacatecas, iniciando una tradición deportiva en esa ciudad, cuyos habitantes en justo reconocimiento le dieron su nombre al Gimnasio capitalino.
Sin embargo, el “profe Chelino”, es recordado por muchos de sus alumnos como un maestro de Educación Física que “verdaderamente dejó huella de su existencia en su transitar por este mundo”; uno de ellos, Francisco Esparza, escribió: “Tuvimos la fortuna de recibir sus “coscorrones”, su disciplina, sus enseñanzas y su ejemplo de vida”.
Poco se ha explorado sobre la historia del deporte y la educación física en el México posrevolucionario, que promovió la Secretaría de Educación Pública (SEP), pero los nombres de muchos maestros y promotores del deporte, como el profesor González Torres en Zacatecas, el profesor Roberto Bonifaz Caballero en Comitán o el gran Francisco “Panchón” Conteras en Tuxtla Gutiérrez, por citar algunos ejemplos, están muchos estadios y gimnasios del país, como merecido y justo reconocimiento por su labor en beneficio de la juventud mexicana.
Los deportes durante el Porfiriato eran practicados por los grupos elitistas que se reunían en clubes privados de equitación, esgrima, natación, tenis y otras disciplinas deportivas; los deportes de masas, como el béisbol y el futbol tuvieron sus modestos orígenes en los equipos que se formaron en las fábricas propiedad de extranjeros. En 1910 se construyó el primer edificio de la Asociación de Jóvenes Cristianos (YMCA), una institución originaria de Inglaterra.
Tras la Revolución, el maestro José Vasconcelos impulsó la creación de la Secretaría de Educación Pública, el 3 de octubre de 1921, con el objetivo de hacer cumplir el derecho constitucional de la educación para todos los mexicanos y esto incluyó la creación en 1923 del Departamento de Educación Física y de la Escuela Elemental de Educación Física, para llevar también el deporte a todos los niños y jóvenes mexicanos.
En este contexto, bajo el ideal vasconcelista, se formó el maestro Marcelino González Torres, quien desde 1923 en su natal Zacatecas, se dedicó a la enseñanza de la educación física, primero en la Escuela Normal y mixta y en la Escuela de Artes y Oficios, desarrollando una brillante carrera magisterial en las escuelas oficiales de la entidad.
El maestro Marcelino o el profe Chelino –señala Esparza– nació el 11 de julio de 1902 en el barrio de la Pinta, hijo de Víctor González de oficio carpintero y Luisa Torres Rosales dedicada a la enfermería que siempre practicó con mucha bondad. En su infancia convivió con maestros, artesanos, personajes del barrio, profesionistas y por supuesto, la chamacada de la calle, pero a causa de los aires revolucionarios partió a la ciudad de México con familiares que cobijaron su estancia en la gran metrópoli.
“Quería ser maestro por influencia materna, aviador por su interés en el Colegio Militar donde se incorporó a sus filas y maestro de danza porque aprendió diversos géneros musicales en una escuela cerca del Colegio Militar; sus predilectos fueron Charleston, danzón, top, chotis y otros ritmos que desarrolló por su disciplina, su agilidad y su dedicación”.
El profesor González, señala su biógrafa, Virginia Eugenia López, fue el iniciador del basquetbol en Zacatecas en 1922, al llevar por primera vez una pelota a esa ciudad. El 1932, el general Leobardo Ruiz, gobernador del estado en esa época, lo nombró profesor de la misión cultural que se realizó en toda la entidad y en 1929 acudió como delegado al primer Congreso de Educación Física que se realizó en la ciudad de México.
En el gobierno del general Félix Bañuelos (1940) participó activamente en la construcción del frontón reglamentario en el parque La Encantada, en Zacatecas. Obtuvo el título de campeón de tenis de dobles mixtos de primera fuerza, por el campeonato estatal, en 1942. Fue uno de los fundadores de la Confederación Deportiva Mexicana; se distinguió como el gran organizador de los festivales deportivos, en fechas emblemáticas como el 20 de Noviembre, en la entidad y en 1974 recibió la medalla al mérito docente Ignacio Manuel Altamirano, por su relevante obra educativa en beneficio de la niñez y la juventud.
El 23 de septiembre de 1982 falleció en su casa en Zacatecas, acompañado de su familia, la tranquilidad y la satisfacción de haber cumplido su misión en la tierra. Los que tuvimos la fortuna de conocerlo lo recordamos siempre con afecto, admiración y reconocimiento a su ejemplo de maestro de la juventud.
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