Ya son 6 años de aquella noche cuando Miguel Ángel Yunes recibía la información de que su hijo Miguel había perdido la elección a Gobernador.

Aún y con todo el poder que ostentó como Gobernador de dos años, la “Ola Obradorista” le pasó por encima dejando a Cuitláhuac García sentado en su silla del Palacio de Gobierno.

Pero junto a esa “Ola” también se dejaron venir en su contra miles de votos de ex Duartistas y ex Fidelistas. Es decir, se le vino la tormenta perfecta.

Con 1,67 millones de votos, Morena se hizo de la gubernatura, dejando una noche muy obscura sobre los panistas.

Pero a diferencia del 2018 y después de 6 años ejerciendo el poder, Morena volvió a ganar y entregará la ambicionada silla al mismo Morena.

Aunque parece que en esta sucesión todo es miel sobre hojuelas, para la historia de las transiciones bajo las reglas no escritas de la política mexicana, quien se va creé que todo está bien hecho pero quien llega no y marca una raya para hacer sentir su poder, aún siendo del mismo partido.

En la próxima transición del 1 de Diciembre, cuando Rocio Nahle rinda protesta como Gobernadora en el Congreso del Estado, el poder político total pasará a ella y será en ese momento la calibración de la verdadera transición veracruzana.

Hasta ahora la imagen que se promueve es de una transición en tiempo y sin sobresaltos.

¿Quién asegura que así seguirá? Tristemente en la política mexicana tanto el país como los estados se crean y acaban cada seis años.

¿Los secretarios entrantes estarán de acuerdo con lo que están conociendo en las mesas de la transición y sobre todo, de cómo las recibirán?

Porque una vez firmadas las actas de entrega y recepción, el reloj político que se le acabó a los salientes se se reinicia en regresivo para los que entran. Lo que menos tienen es tiempo para enderezar lo que esté torcido.

Y no lo tienen porque la nueva Gobernadora Rocio Nahle ya les leyó la cartilla: En 100 días deberán tener resultados. Así de claro, así de complicado.

Para los que salen, ¿Se irán tranquilos con el trabajo realizado? ¿O también, como en su momento le pasó Miguel Ángel Yunes, se les vendrán encima las “Olas del Segundo Piso de la Transformación” ?

¿Usted que opina?