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Todos tenemos sueños, inquietudes, resentimientos, vanidades y un sinnúmero de problemas que nos aquejan y generalmente queremos escuchar soluciones mágicas o adulaciones que nos hagan soñar con una mejora, una venganza o un enaltecimiento del ego.
Y sucede que cuando existe un interés de por medio o se tiene una posición de ventaja o de poder, nunca va a faltar quien o quienes aprovechen esa necesidad y pronuncien las palabras requeridas para satisfacer cualquiera de las necesidades ya mencionadas con tal de obtener algún beneficio por decir lo que se quiere escuchar, aunque no se solucione el problema real.
Y así como sucede con los individuos, igual sucede con las masas.
Ya que nunca falta un habilón que se valga de las emociones y de los rencores sociales para obtener el poder a través de los votos prometiendo cosas irrealizables o repartiendo migajas que crean un aparente bienestar pero que no resuelven el problema de la pobreza, siendo a eso lo que en la antigua Hélade le llamaron demagogia.
Y sucede que cuando se abusa de la demagogia, las mentiras de las que se valen caen por su propio peso.
En el México actual, país hoy en día gobernado mediante una muy burda demagogia, tenemos muchos ejemplos de mentiras que la realidad se ha encargado de desenmascarar.
Veamos algunos de ellos:
1) La mentada reforma judicial, resulta que en los últimos años desde el palacio dijeron que los jueces, magistrados y ministros son tan pero tan corruptos que resulta necesario sustituirlos a todos y qué mejor que hacerlo por medio de elecciones en las que el pueblo decida en las urnas quienes quieran que sean sus futuros juzgadores.
Y para que la propuesta sonara aún mejor para las masas, dijeron que cualquiera que hubiera estudiado derecho, de preferencia recién graduados, se postulara para desempeñar esos cargos, antes prestigiosos y difíciles de alcanzar.
El demagogo mayor, su demagoguita y sus lacayos pensaron que ante su gran ideota (aquí sí vale el pleonasmo) iba a haber tal demanda que una tómbola, cual guillotina, iba a depurar el gran número de candidaturas que se iban a presentar.
Más con lo que no contaron es con la terca realidad, y resulta que faltando escasos cuatro días para que se cierre el registro la respuesta a la convocatoria a sido casi nula y hasta han tenido que invitar a los juzgadores que han tachado de corruptos a que participen en la elección para permanecer en sus puestos.
Y ¿Por qué casi nadie quiere participar? Hay muchas razones, pero la principal es que a los demagogos se les revirtió su campaña negativa en contra del poder judicial; sí, lo desprestigiaron tanto que casi nadie quiere convertirse en juez, magistrado o ministro cuya función ha sido señalada en innumerables ocasiones como corrupta y menos con esa especie de Santa Inquisición (Tribunal Disciplinario) que quieren instaurar para que nunca fallen en contra del gobierno.
A eso le añadimos que toda elección popular implica una necesaria campaña previa para darse a conocer y simplemente no existen los recursos para financiarla; tan es así, que hasta el mismo colonizado y servil INE ha pedido que se posponga la elección hasta septiembre, en lugar de junio, porque no cuenta con la logística necesaria para llevar a cabo semejante elección.
2) El proyecto de presupuesto de egresos de la federación, los demagogos tienen ya que planear el primer año de la continuación de la transformación que no fue y ni tampoco será y resulta que, al menos de momento, no podrá solucionarse la crisis hídrica debido a que se recortó el presupuesto para la CONAGUA a pesar de que se supone que era una de las principales promesas de la señora que dizque está a cargo del Ejecutivo; tampoco habrá mejoras en el sistema de salud, ya que se le recortó prácticamente un tercio a su presupuesto para 2025 y la educación va por el mismo camino.
Es decir, la administración técnica y científica que prometió la doctora presidente quedó ahogada en el fango de la demagogia electoral, ya que el presupuesto se va a destinar para financiar dádivas y empresas estatales pésimamente administradas en lugar de apuntalar el verdadero bienestar social.
3) Sheinbaum es tan falsa como su patrón, en lo que sí tenemos un segundo piso es en tener una titular del Ejecutivo igual de mentirosa que el inmediato anterior y es que, se necesita ser muy cara dura (o no tener ninguna) para ir a un foro internacional y exigir que se deje de gastar en armas para en su lugar hacerlo en reforestación y medio ambiente; cuando militarizas tu propio país, con reforma constitucional incluida, y recortas el presupuesto destinado para la ecología.
Con estas y muchas otras cosas que están sucediendo en México, podemos ver que cuando abusa de la demagogia, el populista se convierte en víctima de sus propias mentiras y de sus promesas incumplibles.
Twitter: @FelipeFBasilio
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