Cartas a Gracia
La Estrategia 1.4 Fortalecer las capacidades de niñas, niños y adolescentes en temas de educación integral en sexualidad, de prevención de infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, y de salud sexual y reproductiva, mediante su incorporación en los programas escolares, formaría parte del Objetivo prioritario 1. Educación inclusiva, integral, flexible y educación integral en sexualidad. Garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes a la educación, así como a obtener una Educación Integral en Sexualidad, desde el reconocimiento de su autonomía progresiva y con pertinencia cultural, que les dote de herramientas para su proyecto de vida, caería bajo la égida de la Secretaria de Educación Pública, aunque partiera de Acción Puntual (AP.) 1.4.1, de la difusión de “la normatividad nacional e internacional […] que obligaría al estado [a] garantizar los derechos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes a recibir Educación Integral en Sexualidad sin discriminación alguna”; y según la AP. 1.4.2 a impartir “ contenidos sobre “Educación Integral en Sexualidad, conforme se establece en la normatividad y legislación vigente […]. Acción Puntual que sería responsabilidad de la Secretaría de Educación Pública; lo mismo que la AP. 1.4.3 la actualización de “los planes y programas de estudio, con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género, para ofrecer una orientación integral que comprenda […]” diversos tópicos, incluido el de Educación Integral en Sexualidad. El Estado tendría la obligación AP. 1.4.4 de “Promover campañas de transformación cultural en materia de Educación Integral en Sexualidad, dirigida a las comunidades escolares de los diferentes niveles educativos, en concordancia con el desarrollo evolutivo de niñas, niños y adolescentes”; la AP. 1.4.5 “[…] conforme a las orientaciones técnicas de la UNESCO (2018) para garantizar lo establecido en los planes y programas de estudio […]; y elaborado con perspectiva de género AP. 1.4.6 “promover […] se incluyan actividades que permitan que niñas, niños y adolescentes se concienticen sobre la responsabilidad de los varones en el ejercicio de su sexualidad […]”.
La Estrategia 1.5 Fomentar acciones de capacitación y formación docente para la enseñanza de contenidos de Educación Integral en Sexualidad de la Secretaría de Educación Pública, así como proponer estrategias de coordinación interinstitucional para el fortalecimiento de las acciones de capacitación, buscaría incidir, mediante la acción puntual 1.5.1 en la formación y actualización de las y los docentes “en materia de Educación Integral en Sexualidad […] a efecto de que cuenten con los conocimientos, habilidades y actitudes que satisfagan las necesidades de información y orientación de niñas, niños y adolescentes con énfasis en menores de 15 años; docentes, AP. 1.5.2 “deberían” que contar con acompañamiento profesional para que mejoren “las técnicas de enseñanza para eliminar prejuicios y omisiones […]”; formación docente en la materia que debería impartirse AP. 1.5.3 “con enfoque de derechos humanos, perspectiva de género, interculturalidad y cultura de la paz”; docentes AP. 1.5.4 que deberían capacitarse para sensibilizar, y por supuesto fuera de su horario de labores, “a madres, padres y personas cuidadoras de niñas, niños y adolescentes, para que se propicie una comunicación asertiva”.
La Estrategia 1.6 Promover la Educación Integral en Sexualidad en el entorno comunitario mediante metodologías e intervenciones basadas en evidencia que impulsen el liderazgo y la ciudadanía adolescente y juvenil, mandataría AP. 1.6.1 “Promover acciones de sensibilización [dirigida a las y los menores] con perspectiva de género [y otros tantos atributos], que permita avanzar hacia una mayor responsabilidad e involucramiento de los hombres en la prevención del embarazo adolescente; la AP. 1.6.2 pretendería extender su influencia de maestras y maestros “[…] al ámbito comunitario [para que las y los involucrados], puedan tomar decisiones asertivas, particularmente en la identificación de la violencia sexual y otros tipos y modalidades de violencia; AP. 1.6.3 demandaría que las escuelas facilitaran el trabajo a realizar por el sistema de salud, al establecer la creación de “modelos de referencia y contra referencia de las instituciones educativas a los servicios de atención en materia de derechos y salud sexual y reproductiva”[propia del jefe de enseñanza de los sistemas de salud], nombrando a la SEP como organismo responsable, y sin contar las escuelas con una plantilla de personal del área de la salud; AP. 1.6.4 reeducar a madres y padres de familia en “habilidades de comunicación asertiva […] con el fin de fortalecer su perfil como fuente de información y conocimientos sobre sexualidad para niñas, niños y adolescentes”; la AP. 1.6.5 prevería la reeducación de los hombres mediante “foros, espacios, campañas de sensibilización […] mediante la reflexión sobre su autopercepción como varón, las masculinidades igualitarias y el ejercicio de una sexualidad responsable”, que recaería en el Grupo Interinstitucional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GIPEA); aunque la AP. 1.6.6, responsabilidad de la SEP, buscaría “impulsar el desarrollo de estrategias de intervención interinstitucional que permitieran vincular a la escuela con el entorno comunitario y familiar […]”.
El Objetivo prioritario 2. Entorno habilitante. Promover intervenciones en el marco normativo, en los aspectos sociales, culturales y estructurales para propiciar un entorno que habilite a niñas, niños y adolescentes para la toma de decisiones sobre su sexualidad y la prevención del embarazo no intencional; asi como sus estrategias y acciones puntuales, serían responsabilidad entre otras instituciones, de INMUJERES, asamblea de GIPEA, lo mismo que de la Coordinación de la Estrategia. Y por último y para efectos de esta Carta Gracia, el Objetivo prioritario 3. Servicios de Salud Amigables. Incrementar la oferta, el acceso y la calidad de la atención de los servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes, incluyendo una gama completa de métodos anticonceptivos para garantizar una elección libre e informada de las y los adolescentes, involucraría entre otras, a las instituciones de salud.
Leer, seleccionar y difundir tanto partes de los objetivos prioritarios, así como de las estrategias, acciones puntuales y su tipo, incluidas las denominadas acciones, responsabilidad de las dependencias encargadas del seguimiento Gracia, permitiría conocer una propuesta que rayaría entre lo posible y lo que desearía la Secretaría de Gobernación, por intermedio del Consejo Nacional de Población (CONAPO); sin embargo, esta asignatura incrementaría la carga de trabajo de maestras y maestros, y más cuando les endilgan la tarea de sensibilizar, en materia de género, a madres, padres y cuidadores de las menores, lo mismo que la miembros de la comunidad. Algunos burócratas de escritorio pensarían: hágase la voluntad de dios en los bueyes de mi compadre.
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