Ahora resulta que nos salió muy oraculero
Tremendista, como de costumbre, el senador Gerardo Fernández Noroña, afirmó en sus redes sociales que, de retornar la oposición al poder: “sería devastador para la Cuarta Transformación, pues lo primero que harían sería enviar a prisión al expresidente Andrés Manuel López Obrador y a la presidenta Claudia Sheinbaum”.
Maestro en la auto victimización, el legislador apunta que: “si ellos son canallas, es su problema. Yo no lo seré, no lograrán envilecerme para que me convierta en lo que combatí toda la vida”.
Después de leer esto, queda claro que Noroña tiene un grave problema de percepción o es un desfachatado. No se da cuenta, que su movimiento está totalmente envilecido, ya que, para aprobar sus reformas (sin importarles la opinión de los demás), cooptaron senadores, bajo amenazas y chantajes, como en los buenos tiempos de la dictadura perfecta.
Además, el mayoriteo ha sido más grotesco que las peores prácticas priistas. La imposición de Rosario Piedra fue un insulto a la inteligencia y la desaparición de los organismos autónomos, es un retroceso a las épocas del autoritarismo. A esto debemos agregar que, el darle chamba a Cuitláhuac, Rutilio y otros ex gobernadores, es un acto para protegerlos con el manto de la impunidad. Sólo unas perlitas de muestra.
Pero: ¿a qué le teme el patricio más plebe, sí el Poder Judicial está en proceso de extinción?
No cabe duda, las cargas de consciencia nos exhiben de cuerpo entero, en el momento más inoportuno. Dirían en el Sotavento: ‘ese compa trae la cola sucia’.
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