27 de Diciembre de 2024
Entorno Político | OPINIÓN
Jueves 26 de Diciembre de 2024 | 10:14 p.m.
Inocencio Yáñez Vicencio
Inocencio Yáñez Vicencio
No hay República sin contrapesos.

Decir que República es lo contrario de Monarquía, no aclara nada. Una definición negativa no ayuda mucho. Por dicotomía se puede comprender si conocemos su historia. De la fundación de Roma al 509 antes de Cristo hubo 7 reyes ( Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Ostilio, Sergio Tulio, Anco Marcio, Tarquino Prisco y Tarquino el Soberbio ). Estos reyes no eran hereditarios sino electos por los comicios ciriales, por lo que es un gran error pretender definir a la República como electiva y a la Monarquía como no electiva. En su evolución menos . Ya sabemos que el atentado de uno de los hijos del último Tarquino contra una señora casada, provoca una revuelta que pudiendo el líder de la sublevación erigirse en rey, obra por la elección de dos cónsules, dando nacimiento al gobierno limitado que dura hasta el 27 antes de Cristo, en que la República es sustituida por el principado, después que Mario, Sila, César, la minaron. Octavio funda el imperio que aún conservando el Senado, como es pura fachada, da lugar al nacimiento de un régimen personal, que no llaman monarquía por la animadversión que tenía por su experiencia pasada.
Esta lección nos muestra claramente que que una República es destruida cuando las propiedades de mando y obediencia retornan de las instituciones al ejercicio personal y el poder no está sometido realmente al derecho, en que el trigo no lo repartía el imperio sino el César como ahora los apoyos y pensiones no las entrega el gobierno sino el gran benefactor ( AMLO o su lugarteniente en turno ), en que las leyes no son las leyes del reino, son las leyes del que rige nuestros destinos, que las ejecuta a su discreción y las administra a su capricho, que en lugar de Legiones y guardia pretoriana ha hecho del Ejército Mexicano, su ejército y de la Guardia Nacional, guarda espaldas de su partido, que ha destruido todos los órganos de control, vigilancia y rendición de cuentas para colocar al líderes y seguidores fuera de los juicios civiles y penales, para que su entrega al crimen organizado y el saqueo que realizan evadan la justicia, no tiene otro nombre que dictadura, aunque conserve, igual que los césares o Porfirio Días, la simulación electoral y la fachada de la división de poderes.

*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

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