04 de Enero de 2025
Entorno Político | OPINIÓN
Jueves 02 de Enero de 2025 | 1:14 p.m.
Lenin Torres Antonio
Lenin Torres Antonio
Crónicas urgentes
A propósito de los contenidos pendientes de la 4ª T.

Los verdaderos beneficiarios de la 4ª T. y el enorme reto del obradorismo de revertir la injusta y antidemocrática repartición de las riquezas que produce México.

Apuntes desde el suelo

Si se quiere salvar el proyecto de nación obradorista, y marcar una diferencia cualitativa que permita diferenciar el antes con el después de la llegada al poder del obradorismo, es necesario hacer la diferenciación entre esa pequeña élite económica que ha secuestrado la economía y ha usado a la política para que el estado la beneficie, con el verdadero aparato productivo que representa las empresas medianas y pequeñas que son las que sostienen el mercado interno y la economía nacional. 

Sabemos cómo esos pequeños clanes familiares (1) de la elite económica, es decir, ese “10% de los mexicanos concentra el 79% de la riqueza del país” (2), traidores a la patria, fue beneficiada por el proceso de privatización de los periodos neoliberales PRIANISTAS en contubernio con el poder político, esas favorecidas familias que han salidos indemnes de las rupturas históricas que ha vivido México, e incluso, en la actual, llamada ecuménicamente la 4ª T., por eso vemos como pese al proceso de saneamiento moral del estado mexicano con el combate a la corrupción, esa élite económica sigue creciendo y ensanchando sus finanzas con el propio gobierno obradorista, es decir, que los usufructos de ese combate a la corrupción ha incrementado la mayor plusvalía de la repartición de las riquezas en manos de esa pequeña élite económica, ahora vueltos obradoristas a conveniencia, aunque su corazón late conservador y yanqui, dispuesta ante la menor oportunidad de financiar una revuelta de la derecha al poder político.

Paradójicamente esa injusta repartición de las riquezas tan sólo simbólica y precariamente dio una pequeña porción a la inmensa mayoría de los mexicanos afectados por esos periodos demiurgos neoliberales, gratificados con pequeños montos etiquetados como programas sociales llamados eufemistamente de “bienestar”, aunque la verdad sea que ese pequeño clan de familias de abolengo clasista que detenta más del 50% del PIB de México sea la que se lleve la inmensa tajada mayor del ahorro interne, el combate a la corrupción y la privilegiada posición de México en el reacomodo económico y político mundial.

Pese a esa realidad tétrica que refleja la distancia abismal entre ese pequeña élite económica mexicana y la inmensa mayoría de los mexicanos, “la democracia económica” se convierte en tema tabú, y la lucha política no es sobre el modelo económico neoliberal capitalista que se mantiene sobre la idea de un mercado separado de la política y lo social que delinea una dialéctica perversa donde la existencia de la pobreza no se disuelve en la antítesis de un mercado y un estado social, pues las riquezas económicas y financieras que genera el modelo neoliberal siguen concentradas en un pequeño grupo de países y en cada país en un grupo de clanes familiares.

Así que, pese a el “milagro económico y social” mexicano, en el que se puso en marcha una revolución moral más que económica y social, el sistema de explotación neoliberal luce intacto, con un estado incapaz de intervenir en las sinergias de las fuerzas de control económica, ni mucho menos, en el mercado voraz que engulle todo intento de democratización económica, por lo que el abismo entre esa pequeña élite privilegiada y la inmensa mayoría de los mexicanos se ensancha porque el rezago social es inmenso, así que esos 6 millones de mexicanos rescatados de la pobreza extrema se suman a la inmensa mayoría de mexicanos que no se le hace fácil llegar en buenos términos económicos al fin de las quincenas.

La política ni siquiera se acerca hacer maridaje con la economía, ésta determina a la política, así que, pese a las balandronadas de expresiones socializantes comunistas, el estado mexicano tiene que ceñir sus políticas e inclusos sus ideologías a los estándares neoliberales de competencia e insignias de calidad al mejor sistema neoliberal, pues no existe otros modelos que compitan con el modelo neoliberal capitalista que prevaleció después de la caída del Muro de Berlín.

Los esfuerzos del obradorismo de empujar hacia un estado de bienestar o mejor dicho hacia un estado comunista, en cuanto que los beneficios de las riquezas que genere un país deben ser de igual forma para todos sus habitantes, se topan con la pirámide del poder que reproducen el modelo neoliberal de la “libre competencia” entre comillas, sin que el estado pueda intervenir para que los extremos no ocurran, y que todos puedan ser beneficiados de las riquezas de México, y así hablar de una democracia económica. Además de toparse con una clase política opositora apátrida y conservadora, que al acecho se mantienen para servir a intereses creados locales y extranjeros. Así que el futuro de un estado real de bienestar se vuelve una utopía y una narrativa pobre atada a las fuerzas del gran capital.

No es gratuito el comportamiento agresivo contra México del nuevo poder Trumpista (Donal Trump) del vecino del Norte, pues obedece a los reacomodos geopolíticos y la lucha sin cuartel que libra los EE. UU. contra Rusia y China, situación que no va a permitir vislumbrar un México como la nueva China a un lado de los EE. UU. Mantener la visión de la doctrina Monroe como un asunto de estado y de sobrevivencia representa el obstáculo mayor para el futuro de México, ya que México y América Latina como el “patio trasero” de los EE. UU. no es figurativo sino una expresión literal que se representa vital para mantener el sistema de explotación mundial neoliberal. Aunque esto choca con las expectativas halagüeñas de futuro que podemos tener los mexicanos con la 4ª T.

Definir los contenidos pendientes de la 4ª T. constituyen esenciales ante los retos que representa ese reacomodo geopolítico, porque, por un lado, México está ante los ojos del mundo como la nueva China de los EE. UU. y el lugar que se pelean los inversores para estar cerca del mayor mercado mundial que representa el territorio de los EE. UU., pero por el otro lado, México representa una amenaza no tan sólo económica sino también ideológica y política a los EE. UU., pues, cómo podría tener a un lado un exitoso modelo político y económico social contrario al salvaje capitalismo que le ha permitido el confort y la hegemonía mundial cuando menos durante los últimos 70 años.

Los contenidos pendientes de la 4ª T. tienen que ver definir el modelo económico desde donde plantarle cara el capitalismo salvaje de esa economía mundial en manos de unos cuantos países encabezados por los EE. UU., y ahora, China y Rusia, me inclino a pensar en una economía nacional-social, en una educación vasconcelista más que el Perogrullo de la Nueva Escuela Mexicana salpicada con conceptos freireistas (aludiendo a Paulo Freire), humanismo trasnochado renacentista con acento nacionalista, e incluso, pensar en un “comunismo moderno” forzando la intervención del estado para detener la concentración de las riquezas y permitir se permee todas las clases sociales cuando menos en cuanto lo mínimo para una vida humana digna, y una política por encima de la economía, así como revertir la pirámide del poder con instrumentos de participación real ciudadana.

Pero ahora detenernos a discutir lo importante y quedarnos en una lucha por el poder por el poder, resulta más fácil que generar una tribuna de altura intelectual que sin empacho podamos discutir, cómo abrir paso a la “Gran Política” que apunte a la “unidad, la cohesión social, la amistad cívica y la solidaridad” (3), y no en la forma de mantener el poder o presentar el poder ya sea democrático, monárquico, o la dictadura partidista. Aunque sino se entra a esos esenciales debates la política continuará siendo pequeña, como decía nuestro renombrado literato mexicano Carlos Fuentes, “los problemas son muy grandes, la política es muy pequeña”, en una entrevista que le hizo el medio BBC Mundo en el año 2012 (4). 


  1. La Jornada: BM: en México, la mayor concentración de riqueza en pocas familias.

  1. Desigualdad económica: El 10% de los mexicanos concentra el 79% de la riqueza del país, según un estudio | EL PAÍS México

  1. https://www.elperiodicomediterraneo.com/opinion/2020/04/08/gran-politica-40846911.html

  1. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/12/111213_mexico_carlos_fuentes_pena_nieto_libros_irm

*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

OPINIÓN

PRINCIPALES

MUNICIPIOS

® 2013 ENTORNO POLÍTICO

Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de privacidad.