La causa por la cual no han colocado a  Cuitláhuac García en el gabinete federal es porque simplemente no encuentran dónde. La presidenta sabe que debe hacerlo (y lo hará), pero sigue sin localizar el sitio indicado para las capacidades del exgobernador.

El motivo es sencillo (y a la vez complicado): Sheinbaum tiene claro que no puede dejarlo fuera del esquema, sin embargo, entre más tiempo pase, la situación de desconfianza hacia el trabajo del ingeniero se evidencia de manera clara y contundente.

Como bien lo adelanté en esta columna, las opciones disponibles para García eran la Comisión Reguladora de Energía (misma que desapareció hace unas semanas por decisión de las cámaras) y el Cenagas, donde se gestiona el sistema de transporte y almacenamiento nacional del Gas Natural, entre otras cosas. 

A pesar de la disponibilidad que existió de estas dos opciones para el exmandatario, lo cierto es que la presidenta no acaba por decidirse, en buena medida ante las malas cuentas que García entregó a Rocío Nahle en lo electoral y lo laboral (como predecesor en el gobierno veracruzano). 

Sin embargo, nada contará lo suficiente como para dejarlo fuera del presupuesto federal. La presidenta tiene un compromiso con AMLO, y por si fuera poco, “la ropa sucia se lava en casa”, situación que la empuja a no dejarlo más tiempo ridiculizado sin cargo alguno.  

Sheinbaum ya recibió una nueva petición de AMLO sobre Cuitláhuac: no lo dejes más tiempo sentado en la banca, su ya devaluada fama se deslava día con día. Originalmente la presidenta pesaba emplearlo antes de que acabara el año, tendrá que esperar un poco más. 

Veremos qué ocurre, y si de verdad ocurre. 

X: @aaguirre_g