La nota principal del pasado lunes, publicada por La Jornada Veracruz con el título “Las cárceles, llenas de presos políticos por órdenes de FGE”, pone en el centro del debate el desempeño de la fiscal Verónica Hernández Giadáns.

De acuerdo con el exdiputado local Manuel Bernal Rivera, la titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) “se convirtió en un verdugo”.

Bernal Rivera, líder y figura prominente del extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD), acusó que las carpetas de investigación en contra de políticos detenidos en Veracruz fueron elaboradas de manera injusta e ilegal. La revisión de estos casos, según el exdiputado, es una urgencia ineludible.

Lo que llama la atención no es solo la gravedad de las declaraciones, sino también el medio que las difundó. La Jornada, identificado con la Cuarta Transformación, otorga una trascendencia particular al tema al incluirlo en su portada.

En el caso de la fiscal Verónica Hernández, la relación con el gobierno de Veracruz puede calificarse de institucional pero distante. Aunque participa en las mesas de seguridad, no se le ha visto cercana a la gobernadora Rocío Nahle. Este alejamiento podría explicarse por su llegada al cargo, una posición obtenida gracias al respaldo del exsecretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, quien mantiene tensiones políticas con Nahle.

Esta asociación con Cisneros ha dejado a Hernández Giadáns en una posición políticamente vulnerable.

La fiscalía ha sido señalada por su presunta participación en casos de presos políticos, incluyendo a exdirigentes partidistas como Rogelio Franco, del PRD; y Tito Delfín, del PAN, además del encarcelamiento de cientos de personas bajo el delito de “ultrajes a la autoridad”.

En este contexto, la iniciativa de reforma constitucional en materia de procuración de justicia, presentada por el diputado local Diego Castañeda, ha sido interpretada como un mensaje directo a la fiscal. Dicha propuesta busca reducir el periodo de los titulares de la FGE, actualmente establecido en nueve años, y pone en duda la permanencia de Hernández Giadáns en el cargo.

La entonces gobernadora electa, Rocío Nahle, declaró en junio de 2024 que estos periodos deben ser revisados; afirmó que una permanencia tan prolongada resulta inconveniente. La iniciativa presentada por Castañeda Aburto de noviembre pasado se alinea con este criterio y refuerza la posibilidad de que el tiempo de Hernández Giadáns al frente de la fiscalía esté llegando a su fin.

Si esto se concreta, Verónica Hernández podría convertirse en la tercera fiscal en abandonar el cargo antes de concluir su periodo, siguiendo los pasos de Luis Ángel Bravo y Jorge Winckler, quienes enfrentaron consecuencias legales tras dejar el puesto. Estos antecedentes subrayan los riesgos políticos inherentes al rol de fiscal en Veracruz y plantean interrogantes sobre el futuro de la procuración de justicia en el estado en el corto plazo.

@luisromero85