11 de Enero de 2025
Entorno Político | OPINIÓN
Viernes 10 de Enero de 2025 | 12:21 p.m.
Felipe de Jesús Fernández Basilio
Felipe de Jesús Fernández Basilio
Desde a Janela
“Nuestro hijo de p ...”

Comienzo esta colaboración deseándoles un feliz año.

El título de este texto es altisonante y es inevitable que así sea debido a la actitud que ha tomado el gobierno de la presidente de México ante la totalmente ilegítima juramentación del dictador Nicolás Maduro para ejercer un mandato que nunca demostró haber ganado legítimamente en las urnas.

Y es que invariablemente tanto el silencio mexicano ante la represión en Venezuela como el envío del embajador al acto protocolario de investidura del dictador, hacen recordar la frase atribuida al presidente norteamericano F.D. Roosevelt o quien fuera su secretario de estado Cordell Hull en relación a cierto dictador latinoamericano (la mayoría sostiene que se refería a Somoza de Nicaragua aunque algunos dicen que era para Trujillo de Dominicana): “Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.

Lo cual quiere decir, palabras más palabras menos que, aunque se trate de unos dictadores infames hay que respaldarlos por ser afines en ideología o porque actúan en consonancia con los intereses propios.

Como bien nos podemos dar cuenta, esta frase expresa sin tapujos una verdadera hipocresía y no distingue colores ni ideologías, ya que aplica para defender a los peores violadores de los derechos humanos solo por el mero hecho de ser afines a los intereses propios.

Y aunque la autoría de la frase se produjo en Estados Unidos, en estos momentos se aplica perfectamente para desnudar la mezquindad y la hipocresía de la autollamada “izquierda mexicana”.

Les confieso que iba a escribir “izquierda latinoamericana”, pero para vergüenza propia como mexicano, he visto como la mayoría de los países de América Latina con gobiernos socialdemócratas se han desmarcado del dictador venezolano y han dejado sola a la doctorcita, quien entre otras joyas fue un intento de guerrillera en su juventud e incluso el presidente colombiano, quien la reconoció como camarada en las guerrillas de aquel país, dijo que el gobierno de México se bajó del acuerdo que tenía con Brasil y Colombia para no reconocer a Maduro si no demostraba contundentemente (con actas) su triunfo en las elecciones.

Triunfo que nunca pudo demostrar, porque simplemente no existió.

Porque no hay que olvidar que en Venezuela los votos se registran de manera física y digital al momento de ser emitidos, por lo que necesariamente queda evidencia de su existencia y para poder computarse deben de coincidir tanto las boletas como los registros informáticos.

Y resulta que la oposición al régimen de Maduro, encabezada por una verdadera lideresa política y social como lo es María Corina Machado (a diferencia de nuestra vergonzosa presidente que no es ni una ni la otra cosa) teniendo todo en contra, logró recopilar el 75 por ciento de las actas electorales en las que el candidato opositor ganaba en razón de dos a uno al dictador, si hubieran dejado competir a María Corina la paliza seguramente hubiera sido peor.

En cambio, el gobierno controlando tanto a la autoridad electoral como al tribunal de la misma rama, nunca pudo desmentir los resultados demostrados por la oposición y al no poder hacerlo, como es su costumbre, recurrió a la represión, encarcelamiento y tortura de cuanto opositor pudo capturar.

Y ante todas esas arbitrariedades, el gobierno de México ha hecho de cuenta que no ha pasado nada y todo, porque el dictador tiene el mismo membrete ideológico que la presidente de México.

¿Acaso no es esa una muestra de que la libertad y la igualdad que predica la “izquierda mexicana” que busca tener juzgadores afines al régimen y que amplía la aplicación de la prisión preventiva es una vil mentira, ya que lo que en verdad buscan es imponer mediante la fuerza y el terror su ideología?

Lo que estamos viendo que sucede en Venezuela con el respaldo implícito del gobierno mexicano lo prueba plenamente y también se demuestra con contundencia que Maduro es el hijo de puta de Sheinbaum y de sus secuaces en el gobierno y en el senado.

felfebas@gmail.com

Twitter: @FelipeFBasilio


*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

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