Un buen número de exfuncionarios, protagonistas en el pasado gobierno, han empezado a dormir y respirar mejor. Las señales ahora van en el sentido de que si bien no habrá perdón, sí olvido, lo que ya es bastante para ellos.

¿Qué se quiere decir con eso de que no tendrán perdón, pero sí olvido?, pues en resumen que al menos durante seis años no tendrán cabida en el gobierno, pero que tampoco enfrentarán a la justicia. Si acaso uno que otro charalito sería perseguido, pero los peces gordos parece que están salvándose.

En primer lugar el exgobernador Cuitláhuac García ha sido maltratado, pero nada más. No se lo llevaron al gobierno federal cuando creía se lo llevarían, no le dieron el cargo que deseaba, lo ubicaron en un puesto de quinto nivel hasta lo último y le impusieron colaboradores, pero la presidenta Claudia Sheinbaum se ha referido a él en términos inmerecidos.

“… Es un hombre, además de honesto y consecuente, con muchos conocimientos técnicos sobre electricidad”, declaró la presidenta el día en que dio a conocer su nombramiento como director del Centro Nacional de Control del Gas Natural.

Así las cosas, no puede ser que si fue muy honesto –lo dice la Presidenta, no medio Veracruz-, sus colaboradores hayan sido distintos. Cuitláhuac honesto, su gobierno igual, se desprende de lo dicho por la sucesora de AMLO.

Otro punto, la fiscala Verónica Hernández Giadáns permanece en el cargo pese al frío al que la ha sometido la Gobernadora, los mensajes enviados en el periodo de transición, su sabida imposición por parte de uno de los personajes más repudiados por Rocío Nahle y al que todavía le debe lealtad, el enojo de los colectivos de madres a su trabajo, las críticas a su desempeño en la Fiscalía y los yerros traducidos en la excarcelación de presos políticos. Con la actual Fiscala muchos exfuncionarios se sienten seguros.

Y una señal más, el tiempo pasa sin que haya una acción concreta contra quienes han sido señalados por ciudadanos, opositores y morenistas, de actuar corruptamente.

En Morelos, estado en donde también por primera vez hay una gobernadora, Margarita González Saravia, están por tomar cartas en el asunto por la corrupción habida en el gobierno que encabezó Cuauhtémoc Blanco.

En octubre de 2023, cuando aspiraba al gobierno morelense, declaró a El Sol de Cuernavaca que el principal origen de la violencia criminal en Morelos era que todas las esferas del gobierno “están llenas de corrupción”.

Este fin de semana, en el informe por los cien días de su gobierno, González anunció denuncias contra exfuncionarios del gobierno pasado. “Aquí no hay espacio para las improvisaciones, ni para las excusas, tampoco hay espacios para los actos de corrupción”, para luego precisar que ordenó sean presentadas denuncias ante la Fiscalía Anticorrupción en los casos en que haya lugar, en tanto hoy se darán a conocer los resultados encontrados en el proceso entrega-recepción.

Acá en Veracruz los que fueron funcionarios con Cuitláhuac han empezado a confiarse, tanto que incluso algunos quieren ser alcaldes y se han anotado en Morena como aspirantes a candidatos.