Imposible saber si ese cuento de las candidaturas independientes es benéfico para la democracia o simplemente es un tango agarra tarugos.

Cierto, en algunos casos ha funcionado como estrategia política de grupos o cacicazgos locales, pero una golondrina no hace primavera… eso lo sabe cualquiera.

Y es que los partidos políticos -que son los que aprueban las reformas electorales en los congresos o en el INE- no fueron tan tontos como para autoacabar con su minita de oro y pusieron tantas reglas bizarras que no a cualquiera se le da ser candidato independiente. 

En la mayoría de los casos, las candidaturas independientes son simples pantomimas para hacer parecer los procesos electorales como ‘democráticos’. En algunos, se trata de ‘independientes’ que antes fueron rebotados o marginados de algún partido político. En otros, son simplemente personajes amargados y antisistema, que salen a ver qué pescan. 

El hecho es que cuando algún ciudadano o ciudadana expone sus razones, desde ahí no logran convencer. 

Pero esas son las nuevas reglas y con ellas se debe vivir.

El hecho es que en Veracruz ya se cerró la convocatoria para las candidaturas independientes para el proceso electoral local ordinario 2024-2025 por las alcaldías y fueron 25 valientes-as, inocentes-as, los que lograron inscribirse.

Pero aún falta que el Consejo General del OPLE apruebe la procedencia de sus credenciales y documentación en la que los aspirantes deberán demostrar ser personas constituidas en Asociación Civil -el mismo tratamiento que un partido político en el régimen fiscal-, sus estatutos como Asociación Civil y acreditar su alta ante el SAT, así como anexar los datos de la cuenta bancaria aperturada a nombre de la persona moral para recibir el financiamiento público y privado correspondiente.

Es decir, más que amor por sus conciudadanos, parece ser un negocito más en la política.

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