La izquierda pensante, la real, no está exenta de simbolismos, de las determinantes improntas: el Manifiesto del Partido Comunista, el discurso de Lenin en la estación de trenes de Helsinki, las tesis de Mao, Haya de la Torre y ‘El Generalito’…en fin.

En este contexto, los militantes, de tal izquierda, tienen definido su objetivo: se trata de Ser y de Hacer.

Perogrullo dixit: no se puede Ser sin Hacer y no se puede Hacer sin Ser.

Manuel lo sabe y, por ello, comenta sobre la Línea de Masas: “la madre de todas las líneas”.

Así pues, sigue el consejo de Machado y se mueve por toda la entidad para hacer camino, trayecto cuya principal intención, es carearse con los y las votantes, refrendar el mandato.

Sábado por la tarde, domingo por la mañana, lo propio, sería disfrutar ‘en la exquisita partitura del íntimo decoro’, sin embargo, José Martí, señaló: “el verdadero hombre no ve de que lado se vive mejor, vive del lado que está el deber”.

Concluimos, el clásico lo sentencia: “las ideas correctas sólo pueden provenir de la práctica social, no son algo que cae del cielo”.

Tiro cantado.