El pasado domingo venció el plazo para que la Universidad Veracruzana presentara un recurso de inconformidad contra el presupuesto aprobado por el Congreso local.

En la sesión del 20 de diciembre, el Congreso del Estado aprobó el Presupuesto de Egresos para el ejercicio 2025, estableciendo un monto de 175 mil 245 millones de pesos, lo que representa un incremento del 7.42 % con respecto al año anterior. La propuesta fue avalada con 39 votos a favor, 7 en contra y 2 abstenciones.

A la UV se le asignaron 6 mil 836 millones 565 mil 135 pesos, cifra que generó descontento en la comunidad universitaria, al considerar que no se cumple con lo dispuesto en el Artículo 10 de la Constitución Política del Estado.

Aunque el rector Martín Aguilar expresó en reiteradas ocasiones su compromiso de defender los recursos que corresponden a la máxima casa de estudios, la respuesta institucional fue tibia. Su postura cambió tras las declaraciones de la gobernadora Rocío Nahle, quien aseguró que el presupuesto aprobado respeta el 4 % establecido constitucionalmente para la UV.

El 21 de noviembre, antes de la aprobación del presupuesto, la Universidad emitió un comunicado en el que Aguilar Sánchez hacía un nuevo llamado al Congreso y a la entonces gobernadora electa para que se respetara lo establecido por la Constitución. Sin embargo, tras la aprobación el 23 de diciembre, el rector solo reiteró que el aumento era insuficiente: apenas un millón de pesos más que en 2024.

La gobernadora respondió de inmediato; señaló que los recursos sí cumplían con el porcentaje constitucional.

Desde ese momento, el rector desapareció del debate público durante semanas. No fue sino hasta el pasado 17 de enero cuando Martín Aguilar reapareció, enviando un mensaje al Congreso local en el que planteaba la necesidad de una ampliación presupuestal para atender demandas de matrícula y cuestiones sindicales. Pero su tono ya no era de exigencia, sino de solicitud.

El verdadero problema radica en que el plazo para promover una acción de inconstitucionalidad venció el pasado domingo, dejando a la UV sin ese recurso legal para exigir un mayor presupuesto.

Ahora, la Universidad enfrenta un panorama complejo: buscar el apoyo de legisladores locales o federales, promover movilizaciones sociales –un escenario poco probable–, o convencer al Ejecutivo estatal sobre la necesidad de incrementar el presupuesto.

Con esta actuación, Martín Aguilar dejó pasar la oportunidad de convertirse en un rector histórico que defendiera con firmeza los recursos de la institución. En cambio, optó por una actitud que, para muchos, resulta dócil ante el poder, sumisa y conveniente, especialmente en vísperas del proceso de renovación del cargo.

ESTEBAN BAUTISTA, LAS RIENDAS DE LA JUCOPO

El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Esteban Bautista Hernández, todavía no cumple los 100 días en el cargo, cuando ya ha demostrado un liderazgo destacable.

Este liderazgo quedó evidenciado cuando intentaron involucrarlo en un supuesto caso de misoginia. De inmediato, diputadas de diversos partidos políticos –PAN, PRI y MC–, además de las legisladoras de Morena, salieron en su defensa, asegurando que siempre han recibido un trato respetuoso y profesional del diputado por el Distrito XXVI de Cosoleacaque, originario de Tatahuicapan.

En el ámbito laboral, los empleados y trabajadores sindicalizados de la Legislatura local también han expresado su satisfacción con el trabajo de Esteban Bautista. Afirman que sus áreas se caracterizan por un ambiente de armonía, respeto y compromiso, lo que les motiva a rendir más allá de sus capacidades habituales.

En cuanto a la actividad legislativa, en el Congreso se han llevado a cabo sesiones en días poco habituales, como un sábado; y también jornadas con dos sesiones en un solo día, como ocurrió recientemente. Estas reuniones han contado con una asistencia mayoritaria de los diputados locales.

Cabe destacar que esta legislatura tiene una composición mayoritaria de mujeres, con 27 de los 50 escaños ocupados por ellas.

La LXVII Legislatura está conformada por 30 diputados de Morena, 6 del Partido Verde, 5 del Partido del Trabajo, lo que suma 41 legisladores de la coalición Juntos Haremos Historia. A ellos se suman 5 representantes del PAN, 2 de MC y 2 del PRI.

A pesar de los debates intensos que han surgido en algunas sesiones, los grupos legislativos han mostrado una notable cohesión en torno al liderazgo del profesor Esteban Bautista Hernández. Su capacidad para generar armonía entre representantes de diversas ideologías políticas, incluidos los críticos de partidos como el PAN, PRI y MC, ha fortalecido la labor legislativa y contribuido al buen funcionamiento de esta LXVII Legislatura.

@luisromero85