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Antes de comenzar con la escritura de esta joya del periodismo y a fin de evitar que se me acuse de misógino o de ejercer violencia por cuestiones de género, pongo a tu consideración lector, el siguiente par de definiciones que tienen que ver con el título y texto de esta columneja.
Inepto-Inepta: No apto ni a propósito para algo; necio, incapaz, incompetente. Mitomanía: Tendencia morbosa a desfigurar, engrandeciéndola, la realidad de lo que se dice.
Esto viene a cuento porque ayer compareció en el Congreso local la titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Verónica Hernández Giadáns, a donde fue a justificar su incompetencia y a decir una sarta de mentiras.
La funcionaria afirmó que la disminución de delitos en Veracruz ha provocado una reducción en las denuncias, ya que en 2024 se iniciaron 81 mil 131 carpetas de investigación, una cifra inferior a la de años anteriores. Y agregó: “La creciente confianza de la sociedad veracruzana en la institución ha propiciado que más víctimas denuncien”.
Falso.
Los delitos no han disminuido y ahí están los datos, como decía un clásico que hasta noviembre anterior cobró como gobernador. Y si las denuncias han bajado es porque las víctimas prefieren callar a levantar una queja que será archivada y condenada al olvido.
¿De dónde saca la señora “la creciente confianza de los veracruzanos” en la dependencia que encabeza, cuando es una de las peor calificadas del país?
Dueña del foro, doña Vero se fue por la libre al asegurar que los feminicidios han disminuido en más del 50 por ciento, los homicidios dolosos en un 55 por ciento y los secuestros en un 91 por ciento (¡válgame Dios!) durante su gestión al frente de la Fiscalía.
¿Y en qué porcentaje han disminuido las desapariciones forzadas?
Lo pregunto porque mientras comparecía, un grupo de mujeres del Colectivo Solecito la desmintieron a gritos desde las rejas del Congreso (porque no las dejaron entrar). Y lo más suavecito que le dijeron fue “mentirosa”.
Hernández Giadáns rechazó por sus pistolas 82 recomendaciones que le hizo la Comisión Estatal de Derechos Humanos a la FGE, con el peregrino argumento de que “los derechos humanos no constituyen un monopolio constitucional de una sola organización”.
A pesar de que presumió haber recibido 215 de 297 recomendaciones “que no se hicieron en mi administración”, ha rechazado se manera sistemática las 82 restantes, quizá porque algunas tienen que ver con desapariciones forzadas desde que llegó a la FGE.
Seguramente por eso le gritaron hasta desgañitarse las mujeres del Colectivo y los gritos llegaron hasta la sala donde comparecía. Y bien que los oyó.
Ahora falta saber si ignorará a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que la está conminando a recibir esas recomendaciones.
Pero eso ya se verá.
Lo lamentable es que ayer hizo gala de sus cínicas mentiras para justificar su ineptitud. Por lo que los epítetos de inepta y mitómana no se los está endilgando este tu servidor lector; se los endilga ella misma cada vez da a conocer los fantasiosos “logros” en su trabajo y los “avances” en la Fiscalía.
De sobra se sabe que Verónica fue puesta en la FGE (o impuesta, para decirlo mejor) por Eric Cisneros con la complacencia de Cuitláhuac García, para violar la ley en beneficio de ese par de sujetos. Y ella también lo sabe.
También de sobra se ha dicho que pronto va a caer, pero como que lo empiezo a dudar.
Aunque mientras son peras o manzanas y para aclarar paradas con respecto a los epítetos, con sinceridad confieso que soy bien buche, pero gracias a Dios ni misógino ni ofensivo con las mujeres que para mi son sagradas.
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