El pasado 23 de enero, la Fiscalía General del Estado informó sobre la ejecución de una orden de aprehensión contra Reveriano “N”, exalcalde priista de Coxquihui, quien buscaba un tercer mandato al frente del ayuntamiento, esta vez registrado como aspirante del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena.

Reveriano “N” ya había sido alcalde en dos periodos: de 2008 a 2010, y de 2014 a 2017. El pasado 8 de enero, formalizó su registro como aspirante de Morena a la alcaldía. Apenas cinco días después, el 13 de enero, participó en reuniones con simpatizantes en Coxquihui. Sin embargo, su presencia se desvaneció hasta el 23 de enero, cuando la Fiscalía estatal reportó su detención.

Identificado como líder de un grupo conocido en la región del Totonacapan como “Los Pelones,” Reveriano “N” está acusado por un homicidio cometido en 2022 en Teziutlán, Puebla.

Según el boletín emitido por la Fiscalía General del Estado de Veracruz, la Fiscalía poblana solicitó su captura como parte del proceso penal 235/2022.

El caso de Reveriano “N” reabrió el debate sobre la idoneidad de algunos aspirantes a cargos de elección popular;  el senador Manuel Huerta declaró a medios locales que al menos diez aspirantes de Morena tienen “dudosa reputación”. Huerta hizo un llamado a la dirigencia estatal para investigar a los precandidatos y proteger la imagen de la Cuarta Transformación.

Aunque el senador no mencionó nombres específicos, su referencia a Reveriano “N” resulta contundente. Sin embargo, no se trata solo de una reputación cuestionable, sino de acusaciones concretas y un historial de denuncias penales.

Antes de esta reciente detención por homicidio, Reveriano “N” ya había enfrentado problemas legales. En mayo de 2019 fue vinculado a proceso por los delitos de evasión de presos, abuso de autoridad, resistencia de particulares y obstrucción a la justicia (causa penal 1521/2017). Estos cargos se remontan a un caso de 2014, cuando habría impedido la captura de un familiar acusado de homicidio.

Este controvertido personaje ha estado en el centro de escándalos en la región de Papantla, Totonacapan, durante casi dos décadas. Por ello, su registro como aspirante a la candidatura de Morena sorprendió y generó cuestionamientos, especialmente considerando sus antecedentes.

Este caso nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad de los partidos políticos de implementar filtros rigurosos en sus procesos internos para evitar la postulación de individuos vinculados a actividades delictivas.

Esperemos que el caso de Reveriano “N” sirva como lección para Morena y todas las fuerzas políticas que participan en los procesos electorales actuales y futuros.

@luisromero85