La realidad es que, si por Morena fuera, se iría solo en los 212 municipios, su presencia territorial es su mayor fortaleza pero también es cierto, que uno de los objetivos de ser socios electorales se trata de todos ganar, la presencia legislativa de los partidos aliados en el Congreso de la Unión y el apoyo incondicional a las reformas impulsadas desde palacio nacional es su mayor fortaleza.

¿Qué les interesa más a los partidos políticos? ¿Victorias electorales o la mayor cantidad de votos a apear de perder una elección? Quedar en segundo lugar en una elección electoral, les permite a los partidos meter regidores y mayores posibilidades de mantener su registro local –en caso de tener registro nacional– y por lo consiguiente, recibir el financiamiento que esto implica, ¿en serio todos le apuestan a ganar una elección?

La soberbia es un fatal fantasma que suele hablarle al oído a los partidos mayoritarios, mi padre siempre me ha dicho: “las minorías son tan importantes como una mayoría” sino que les pregunten a los aztecas, la soberbia suele ser mala consejera en todos los ámbitos de la vida, en materia electoral, ¿qué hubiese pasado si en el 2018 para la gubernatura hubieran ido en alianza el PRI con el PAN? Lo cierto es que la llamada 4T hubiese tardado en llegar a Veracruz.

Las negociaciones entre el partido en el poder y sus aliados deben basarse en el respeto institucional, Morena no se debe envolver en la bandera de la soberbia cuando desde palacio nacional se hace un llamado a la Unidad Nacional, ¿de qué unidad están hablando? Los partidos aliados son importantes hoy no solo por los votos que les dan en las urnas sin por los votos legislativos que les dan en la cámara de diputados y en la cámara de senadores, ¿acaso no los necesitan?

La alianza PAN-PRI está en las mismas condiciones, es cierto que el panismo tiene mayor presencia territorial pero no se puede hacer a un lado la presencia del priismo en Veracruz, es curioso, algunos “desprecian” al PRI pero reciben con los brazos abiertos a los priistas e incluso los impulsan como candidatos, ¿realmente a quien no quieren? Si tanta discusión hay por concretar alianzas electorales, que se presente una reforma electoral y que cada partido político –después de una elección presidencial– presente sus propios candidatos, ¿quiénes o quien tendrá “miedo”?

Todos los partidos presumen poder ir solos a la elección el próximo 1 de junio, todos presumen contar con 212 candidatos competitivos, ¿será imposible tener candidatos en un Estado con cerca de 6 millones de ciudadanos en edad de votar? Todos presumen fortalezas, pero en el fondo buscan alianzas oficiales o impulsar militantes de otros partidos, ¿qué partido postulará realmente a sus militantes puros?

La arena electoral no es muy amplia, de 6 partidos 3 irán en la lianza oficial y parece –parece– que 2 caminarán tomados de la mano con recelo pero con mirada cómplice y un partido presumirá caminar solo pero tomado de la mano con ex militantes de otros partidos políticos, no se trata de ideologías, eso ya se olvidó desde hace años, se trata de contar con “vehículo” político que lleve al poder, ¿la ideología? ¿Dónde se compra eso?

Lo cierto es que más allá de izquierdas, centros y derechas, los ciudadanos quieren alternativas para elegir la mejor opción, –que no siempre es la que tiene más votos– los ciudadanos esperan que los partidos realmente sean un filtro para impulsar mujeres y hombres sin antecedentes negativos que contaminen la elección y por lo consiguiente a los partidos, al ser responsables de impulsar candidatos con negros muy negros antecedentes.

La política es dialogar, convencer, ceder, sumar, construir un proyecto en beneficio de las mayorías sin olvidar la voz de las minorías, en toda alianza la base principal –más allá de cuantos votos aportan– es el respeto de todas las partes, es la tolerancia y como bien lo dijo la Presidenta Claudia Sheinbaum con relación a Donald Trump… cabeza fría, muy fría.

P.D.- Con el ánimo que la suma de votos sea la suma de voluntades para un buen gobierno… Escribiré otro día.