02 de Febrero de 2025
Entorno Político | OPINIÓN
Domingo 02 de Febrero de 2025 | 9:06 p.m.
José Luis Ortega Vidal
José Luis Ortega Vidal
Claroscuros
Trump, el tonto; Claudia, el neoliberalismo; migración china, opio; México y Estados Unidos…

Trump, el tonto; Claudia, el neoliberalismo; migración china, opio; México y Estados Unidos…

Parte 2

José Luis Ortega Vidal

(1)

La migración china a México ocurrió durante la cuarta parte del siglo XIX; esto es, hacia la década de los 80s cuando Porfirio Díaz se estrenaba como dictador histórico del país.

Sabemos que los chinos huyeron de las guerras del opio entre su país y el imperio británico, primero; y contra los franceses que se sumaron a los ingleses, después…

Aquel conflicto ocurrió durante la llamada era victoriana, durante el gobierno de Victoria I en el Reino Unido, que duró 64 años entre 1837 y 1901.

La primera guerra del opio se suscitó entre 1839 y 1842, y la segunda entre 1856 y 1960.

Como su nombre lo indica, el motivo del conflicto armado que al final ganaron los europeos, fue por el control en el contrabando del opio.

 

“El opio es un conjunto de sustancias obtenidas a partir de las semillas de la planta adormidera o amapola real. El opio tiene poderosas propiedades narcóticas y contiene alcaloides, como la morfina o la codeína”.

Tomado de: El opio y los opiáceos, tipos y efectos

 

(2)

Originalmente los chinos emigraron a Estados Unidos, donde fueron pieza importante en la construcción de ferrocarriles en California.

Tal historia tiene sus particulares contextos, como el impulso temprano al capitalismo estadounidense; ligado a su vez al desarrollo industrial en la inhóspita tierra fronteriza con México, donde surgió la cultura del salvaje oeste cuya figura más emblemática es Wyatt Earp.

 

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Para efectos de esta historia, podemos referir que los chinos –la diáspora china a Norteamérica se calcula en unos dos millones de personas- padecieron discriminación, expulsión, así como un rechazo legal a ingresar al país (Ley Page, 1875; Ley de exclusión china, 1882)

Tal condición y su necesidad de escapar de la muerte, la pobreza y la crisis política en el gigante asiático, los condujo a México.

Porfirio Díaz impulsaba, a su vez, la primera gran construcción de la infraestructura ferroviaria en México y los chinos ofrecieron mano de obra abundante, barata, así como resistente a climas extremos; lo que les abrió las puertas para vivir en Baja California Norte,  Sonora, Chihuahua, Yucatán, Distrito Federal, Veracruz…y Sinaloa.

Los migrantes chinos trajeron consigo su cultura en el más amplio sentido del concepto; esto incluyó semillas de amapola que sembraron en Estados Unidos para su consumo, extendido a sajones, hombres y mujeres.

Uno de los argumentos para atacar a los chinos en Estados Unidos, fue que “corrompieron” a las mujeres norteamericanas, además de abaratar los pagos de mano de obra.

México no fue la excepción y la presencia china en nuestro territorio incluyó el arribo de la amapola real o adormidera.

Además de la siembra y cultivo, los asiáticos trajeron su conocimiento sobre las técnicas para extraer la goma de opio, su preparación y su uso; crearon los primeros fumaderos en Estados Unidos y México.

Originalmente todo fue para consumo propio; su conocimiento milenario también les condujo a buscar tierra con mayor vocación para sus plantas y así dieron con la sierra de Sinaloa, vecina del llamado triángulo dorado; es decir las montañas compartidas entre Sinaloa, Durango y Chihuahua.

En Sinaloa se ubica el municipio de Badiraguato, punto clave en el desarrollo del opio mexicano, exportado principalmente al país vecino del norte.

 

“Fue precisamente esta diáspora china la que jugó un papel fundamental en tres procesos distintos pero interconectados. En primer lugar, la expansión del cultivo de opio a una escala que, si bien limitada, excede los propósitos de consumo interno. En segundo lugar, la propagación de la práctica de opio fumado hasta entonces probablemente inédito en el resto del país. Por último, la edificación de las primeras redes de comercio internacional de opio en México.

Lo que siguió en las décadas subsecuentes fue una intensa búsqueda por apropiarse del valor que la planta generaría a partir de sus derivados. En las redes que se formaron con este objetivo participaron joyeros rumanos, campesinos sinaloenses, espías alemanes, marinos japoneses, mafiosos paraguayos, taxistas mexicalenses, agentes antinarcóticos y cónsules de los Estados Unidos, así como un gran número de individuos que dan cuenta del carácter transnacional y conectado de la historia de la amapola y sus derivados en México. En algunos momentos —más concretamente en el ecuador de los años cuarenta y de los años setenta del siglo XX— México se convirtió en uno de los centros del mercado global de opio. En otros —particularmente entre 1950 y 1970— el país quedó al margen de esta gran historia. Nada de esto se explica sin entender el funcionamiento conectado del mercado de la amapola a escala global.” 

Tomado de: Capítulo 9 - Narrar la historia de la amapola en México. Infinitas posibilidades. - Mexico & Central America

Carlos Pérez Ricart. Capítulo 9 – Narrar la historia de la amapola en México. Infinitas posibilidades.

CONTINUARÁ

 

*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

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