Me hacen saber que, tanto Luisa María Alcalde como Andy López Beltrán, en ningún momento vieron con malos ojos la incorporación de Miguel Yunes Márquez, hasta que Rocío Nahle se opuso públicamente y la presidenta Sheinbaum les marcó para pedir un informe.  

“No les cayó el veinte ni lo vieron incorrecto”, me dicen en CDMX, más aún cuando Adán Augusto López considera tanto a Yunes Linares como a Yunes Márquez “aliados de primera línea”, después de que el voto decisivo para aprobar la Reforma Judicial vino de ellos. 

 

“Yunes Márquez demostró que estaba de nuestro lado cuando aprobó la reforma y cuando su padre enfrentó a Marko Cortés en la tribuna del senado”, dijo Adán Augusto López a uno de sus colaboradores más cercanos, previo a que colocaran la mesa de registro morenista en la cámara alta. 

 

Por eso, las autoridades morenistas no vieron mal que Yunes se afiliara al movimiento… pero olvidaron que en Veracruz existe una gobernadora (amiga personal de la presidenta), que se opondría rotundamente al hecho. De principio a fin, se trató de un acto carente de tacto político de Luisa Alcalde. 

 

Me revelan que Sheinbaum cuestionó por qué no se le consultó sobre el hecho, aunque finalmente el resultado pudiera ser  el mismo: aceptar la afiliación de Yunes al movimiento, pero “cuando menos, la presidenta habría explorado el asunto con Rocío Nahle”. 

 

Contaron mucho las peticiones directas de Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña para que la afiliación se diera y, para resaltar aún más su respaldo a Yunes Márquez, los dos decidieron tomarse la foto con el veracruzano, flanqueándolo por izquierda y derecha. 

“Fue Adán y no Sheinbaum”, me dicen desde CDMX, pero el resultado es el mismo: conflicto con una de las fundadoras del movimiento y amiga personal de Claudia Sheinbaum, Rocío Nahle. 

 

Veremos si la Comisión de Honor y Justicia de Morena acredita la llegada de Yunes Márquez al movimiento. Sheinbaum, Alcalde y Andy López se reunirán en breve. 

 

X: @aaguirre_g