Cartas a Gracia

El 21 de febrero de 2025 se conmemoró, como cada año, el Día internacional de la lengua materna instituido por “la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1999 (30C/62) [y ratificado por] la Asamblea General [organismo que] proclamó el Día en su resolución A/RES/56/262 de 2002” Gracia; cuestión que permitiría divulgar datos vinculados tanto a los Pueblos Indígenas como a las lenguas originarias. El Comunicado de prensa Nº. 430/22 “Estadísticas a propósito del día internacional de los pueblos indígenas” publicado el 8 de agosto del 2022 por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI [EAP_PueblosInd22.docx]) destacaría la existencia de “23.2 millones de personas de tres años y más que se autoidentifican como indígenas, lo que equivale a 19.4 % de la población total de ese rango de edad […] La población total en hogares indígenas en 2020 fue de 11 800 247 personas, lo que equivale a 9.4 % de la población total del país y, [adicionalmente,] “en el Censo de Población y Vivienda 2020 se identificó que en México había 7 364 645 personas de tres años y más hablantes de alguna lengua indígena, lo que equivale a 6.1 % de la población total de ese rango de edad. De esta, 51.4 % (3 783 447) eran mujeres y 48.6 % (3 581 198), hombres”.

El comunicado de prensa núm. 472/24, [de fecha] 6 de agosto de 2024 “Estadísticas a propósito del día internacional de los pueblos indígenas (9 de agosto)”, señalaría que el total de la población indígena en 2023 hablante de una lengua indígena coincidiría en términos prácticos, con la estadística mencionada por el boletín citado en primer término: “En 2023, 7.4 millones de personas de 3 años y más eran hablantes de alguna lengua indígena. De esta población, 52.4 % eran mujeres y 47.6 %, hombres; […]; 35.1 % tenía 50 años o más; [86.0 % residía en la misma entidad donde nació y 13.7 % cambió su lugar de residencia a otro estado; las mujeres de 15 a 49 años, hablantes de lengua indígena, tuvieron en promedio 2.16 hijas e hijos mientras que las mujeres que no eran hablantes de lengua indígena, 1.42”]. En cuanto a la “estructura por edad y sexo” de la población oriunda que habla alguna lengua indígena, valdría la pena considerar que un 35.1% correspondería al estrato de 50 años, 1 de cada 3 de quienes integran ese estrato; en tanto que solo el 15.1% de la población era “menor de 15 años”. 

El apartado III del comunicado 472: III. DISTRIBUCIÓN TERRITORIAL señalaría que “Oaxaca (27.3 %), Yucatán (26.1 %), Chiapas (23.4 %), Quintana Roo (14.1 %) y Guerrero (13.9 %), [serían las 5 entidades que concentrarían mayor número de hablantes de lenguas indígenas]; de ellos, el 23.6% hablaría náhuatl; 12.4% maya; 7.9% tzeltal y 7.2% zapoteco”. El apartado IV: Escolaridad y la Grafica 2 Población de 3 años y más hablantes de lengua indígena, según nivel de escolaridad, evidenciarían la desigualdad en la que históricamente, habría incurrido el sistema político mexicano, Gracia. Uno de cada Cuatro de “3 años y más hablantes de lengua indígena” cuenta con primaria completa, en tanto que un porcentaje similar carece de ella; 19.4% de los hombres y 18.5% mujeres (1 de cada 5) cuenta con certificado de secundaria; 12.5% hombres y 9.8% mujeres (1 de cada 10) señalarían contar estudios de media superior, y finalmente, 6.4% hombres y 5.1% mujeres cuentan con estudios de educación superior.

Reportajes como el de Merry Mac Masters publicado , el 15 de febrero de 2023 en el diario La Jornada (https://acortar.link/CcTdK9), resaltarían datos de interés general y, entre ellos, destacaría el número de lenguas reconocidas y que de acuerdo al autor ascendería a 68 [a diferencia de las 62 que reconocería INPI]; de ellas se derivaría “363 variantes lingüísticas [de las que] “más del 50% [se encontrarían] en “riesgo de extinción”; riesgo que, según se desprende del artículo provendrían de la disminución de recursos presupuestales que se destinarían a las instituciones responsables de la promoción, orientada a “la preservación, fortalecimiento y promoción de las lenguas indígenas en el país, en especial en los lugares donde tienen muy pocos hablantes [agravada por la inexistencia de] educación bilingüe en las escuelas de la Ciudad de México.

La investigadora Lucero Meléndez Guadarrama, adscrita al Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM (IIA – UNAM) por su parte y citada por Fernando Guzmán Aguilar y David Novoa en el artículo   

UNAM Global: Peligro de muerte para muchas lenguas indígenas de México, se referiría a la evolución natural o inducida, asociada entre otras cuestiones, a ciclos de expansión de las naciones y/o pueblos dominantes, explicado por el término “poliglosia; situación en la que coexisten tres o más lenguas o variedades lingüísticas en una comunidad de hablantes y una de ellas tiene dominio o preferencia sobre las otras”, y abundaría en el término “familias lingüísticas”; agrupación de lenguas o de variables lingüísticas en torno al “náhuatl, el zapoteco, el mixteco y el chinanteco […] etiquetas frecuentemente usadas, cada una, como equivalentes a una sola lengua.

MerryMacMasters señalaría que “algunas de las lenguas en peligro extremo de extinción incluirían [a las] ku'ahl y kiliwade Baja California; awakateko de Campeche Mocho' de Chiapas; ayapaneco de Tabasco; ixil nebajeño y kaqchikel de Quintana Roo; zapoteco de Mixtepec e ixcateco de Oaxaca” y para evitar este colapso, se requeriría aplicar políticas públicas que fomenten la enseñanza de las lenguas originarias en las escuelas ubicadas en las regiones de los pueblos originarios, lo mismo que su enseñanza en los centros culturales de las grandes urbes en la que se asientan grupos de población proveniente de las comunidades originarias y pasando por el incremento del presupuesto creciente, constante y entregado a tiempo Gracia.