Con un PRI desfondado, a la deriva y con escasa presencia, Boca del Río se prepara para la renovación de su ayuntamiento con tres protagonistas: el PAN, representado por la diputada federal Marijose Gamboa; Morena, con la legisladora local Bertha Ahued; y Movimiento Ciudadano, con el exdiputado Raúl Zarrabal.

En este municipio conurbado con Veracruz, todo apunta a una alianza de facto entre panistas y priistas para impulsar la candidatura de Gamboa Torales. En el priismo local reconocen que lo más probable es que el tricolor no postule a un candidato propio para la alcaldía, o bien, opte por enviar a un contendiente sin posibilidades reales, como el dirigente juvenil Ernesto Rivas, de la Red de Jóvenes por México.

Se señala que esta estrategia sería orquestada por dos operadores del viejo PRI: Alfredo Ferrari y Julio Cerecedo, quienes negociarían la capitulación del partido a cambio de algunas posiciones en el ayuntamiento que encabezaría Marijose Gamboa en caso de resultar electa. Se habla de la posible entrega de dos o tres direcciones de área en la administración municipal.

Un acuerdo similar habría tenido lugar en la elección municipal de 2021. En aquel entonces, los priistas de Boca del Río, que en 2017 obtuvieron casi 6,000 votos para su candidato Sergio Javier Lara, apenas lograron 2,000 con Katya Ortiz. Esta drástica reducción de sufragios facilitó la llegada de Juan Manuel de Unanue a la alcaldía.

Sin embargo, en las elecciones de 2024, el PRI recuperó terreno, alcanzando cerca de 8,000 votos. A pesar de ello, todo indica que en los comicios municipales de este año la historia se repetirá: el priismo boqueño respaldará nuevamente a la abanderada panista, aun a costa de perder lo poco que aún conserva en la región.

En el horizonte de 2025, llama la atención la cercanía entre el círculo de Gamboa Torales y el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas. Además, existe un precedente relevante: cuando Miguel Ángel Yunes Márquez ganó la alcaldía, el PRI no presentó candidato. Si se confirma la estrategia actual, sería la segunda elección en la que el tricolor se abstiene de competir por la presidencia municipal de Boca.

Boca del Río es un bastión panista con un voto duro estimado en 34,000 sufragios. Sin embargo, la fuerza del blanquiazul ha menguado en los últimos 12 a 15 años, desde el primer periodo de Yunes Márquez como alcalde. En este lapso, el PAN ha perdido más de 15,000 votos en la localidad, y tan solo entre las elecciones municipales de 2017 y 2021, su disminución fue de aproximadamente 5,000 votos.

Así, la alianza PAN-PRI en Boca del Río, aunque no oficial, es evidente. La contienda se perfila como una lucha entre esta alianza de facto y la coalición oficialista Morena-PVEM, además de la participación de Movimiento Ciudadano con Raúl Zarrabal, quien ha sido candidato a diputado por este distrito en tres ocasiones, sumando un total de aproximadamente 72,000 votos en esos procesos.

La última participación electoral de Zarrabal fue en 2018, cuando, a pesar del arrastre de López Obrador en la boleta, obtuvo 12,000 votos como candidato del PRI. Su incursión en la contienda actual añade un elemento de incertidumbre a una elección en la que el panismo busca mantener su hegemonía con el respaldo priista en Boca del Río.

@luisromero85