Como están tan acostumbrados a decir mentiras en su manera de gobernar según la enseñanza del Peje -con sus brillantísimas aunque escasas excepciones; en Veracruz hay dos- los morenos traen confundidos a los propios y a los extraños con la selección de sus candidatos para las 212 presidencias municipales que serán dilucidadas el primer domingo del próximo junio en Veracruz.

Y por eso mismo, ante la falta de certeza han ido creciendo versiones por aquí y versiones por allá sobre el proceso que está concluyendo con los anuncios en abonos hechos por Luisa María Alcalde desde hace varios días, todos los días.

Eso de que se hicieran los destapes desde las oficinas de Morena en la Ciudad de México fue una ocurrencia de alguno de los expertos que tiene la Cuarta Transformación; expertos que son en proponer ideotas bastante jaladas de los cabellos que ponen en jaque o en ridículo a los que dan la cara por el partido o por el Gobierno federal o los gobiernos estatales o los municipales emanados de Morena.

Y como el vaso de la información lo llena la opinión pública con cualquier sustancia si no está servido con datos reales, han ido saliendo versiones sobre la esencia del proceso de selección de los candidatos entre los miles de militantes, simpatizantes y anexos que aspiraron a ser abanderados y seguros ganadores -según su creencia-.

Una primera suposición es que los candidatos fueron determinados religiosamente por el resultado de encuestas serias, uniformes y honestas que mandó a hacer el Comité nacional en todos los municipios. Así, habrían sido entresacadas las personas que eran más conocidas en cada lugar, y más afines a la Cuatroté.

La segunda posibilidad que maneja Radio Bemba es que la gobernadora Rocío Nahle García elaboró con su equipo cercano una lista de 212 personas que fueron las tomadas en cuenta en México y la regresaron prácticamente intacta, bendecida con el velo encubridor de las supuestas mediciones entre el pueblo honesto y creyente.

La tercera alternativa es la campechana: unos candidatos fueron decididos por la Gobernadora y otros por Andrés López Beltrán…y así (casi) todos contentos.

No han faltado quienes se han atrevido a decir que en realidad la lista definitiva se elaboró en el Senado con la intervención del hermano Adán Augusto y los consejos de Miguel Ángel Yunes padre y Miguel Ángel Yunes hijo, que conocen al dedillo las condiciones político-electorales de los rincones veracruzanos.

Bueno, en lo que todos coinciden es que por esta ocasión no hubo tómbola y los suertudos de siempre se quedaron fuera.

Haya sido cualquiera de ellas, lo real es que se están levantando movimientos en contra de las nominaciones. Y como muestra un botón: el de Víctor Peña, el sobrino de don José Luis Peña, que ya mandó a su esposa, la doctora Sara Quero de Peña, como candidata del PT en Emiliano Zapata con la consigna de derrotar al débil candidato oficial Daniel Baizabal González.

Y así por todos lados.

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