Si en otros tiempos la selección de candidatos a las alcaldías estaba a cargo del Presidente de la República y los gobernadores, en el sexenio anterior la tradición llegó a su cenit porque López Obrador nombró él solito a los candidatos a gobernadores, senadores, diputados y alcaldes de su partido en todo el país, sin aceptar sugerencias, consejos o propuestas de nadie. 

Pero en los nuevos tiempos de la 4T las cosas están tomando otro cariz. 

En el caso específico de Veracruz, los suspirantes de Morena ya no están buscando la bendición de la gobernadora Nahle o de la presidenta Sheinbaum sino de la cúpula de su partido, concretamente de Andrés Manuel López Beltrán. “Y el zángano se convirtió en el fiel de la balanza”, comentó un analista político. 

En el puerto de Alvarado impuso la candidatura del ex panista y ex candidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano, Hipólito “Polo” Deschamps, por encima de los morenos de pura cepa, Alberto Ángel Cobos Márquez y Guillermo Herrera Pérez Maldonado. 

Si vas a Alvarado lector, te toparás con un hervidero de morenos furiosos con “su candidato” al que no bajan de advenedizo y chaquetero. Pero el palo ya está dado.

Polo no era el candidato de Rocío, de ahí que no sólo los alvaradeños estén furiosos. 

Un caso que es un golpe bajo a la autoridad de la gobernadora es el del diputado federal Zenyazen Escobar, más que distanciado, peleado con la señora. 

Como titular de la SEV, Zenyazen acumuló un rosario de transas y opacidades que en otros tiempos lo tendrían a un paso del desafuero y a dos de la cárcel. Pero este miércoles se registró como aspirante a la alcaldía de Córdoba, lo que cayó como un bombazo en Palacio de Gobierno. 

Trascendió que el líder estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, que es más cuitlahuista que Cuitláhuac García y más fiel al ingeniero mecánico que a sus amigos, intercedió por este ante Andy para que Zenyazen se inscribiera. Y Andrés Manuel junior aceptó, lo que ocasionó que en Palacio de Gobierno hicieran compras extras de Pepto-Bismol. 

Y la cosa quedó así en Córdoba: un exgobernador que le revienta a Rocío Nahle, impuso para esa ciudad a un sujeto que también le revienta a la señora, sin tener la decencia de consultarla.

Ignoro cómo irá el proceso electoral en Durango donde también habrá elecciones municipales, pero en Veracruz están haciendo menos a la gobernadora. 

Antes de que le cayera encima el velo del desdén, Rocío alcanzó a nombrar a sus favoritos para las alcaldías de Xalapa (Daniela Griego); Veracruz (Rosa María Hernández Espejo); Boca del Río (Bertha Ahued); Coatzacoalcos (Pedro Miguel Rosaldo); Poza Rica (José Luis Lima Franco) y como a 100 más, pero en Veracruz hay 212 municipios. 

Es decir, puede que haya 500 suspirantes a los 107 municipios restantes a los que ya les dijeron que en lugar de visitar a la señora, vayan a la Secretaría de Organización de Morena en la CDMX. Y lo están haciendo.  

Se entiende que por las broncas que el gobierno de México tiene con Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum haya delegado en su amiga Rocío Nahle, la tarea de escoger a los mejores hombres y mujeres de Morena para las presidencias municipales. Pero Andy López Beltrán les está ganando la partida a las dos. 

O Claudia se quita el yugo con el que la tienen apergollada desde un rancho en Palenque y se apura a tomar totalmente el poder, o no la dejarán siquiera que elija a su sucesor o sucesora para el 2030. 

Y en cuanto a la señora Nahle, el librito de la política dice que debe esperar a ver cómo actúa su jefa para actuar en consecuencia. Pero en lo que son peras o manzanas, un sujeto acostumbrado a la holganza pero con un enorme poder de facto, las está relegando, ignorando y humillando. 

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