Sí Kafka resultó costumbrista, Lampedusa sería ideólogo
Cuitláhuac García, fue gobernador constitucional de Veracruz, gracias a que el efecto ‘López Obrador’ le proveyó los votos necesarios, por sí mismo, no gana ni la cuadra de su casa. En su objetivo de vida, no estaba gobernar la entidad, pero, el azar, asaz misterioso, lo llevó a un cargo inmerecido.
Y si decimos, que no lo merecía, es simplemente por una razón: nunca tuvo (ni tendrá), las habilidades intelectuales para desempeñar el cargo.
Sin embargo, ese cretinismo, no le impidió solapar una cantidad impresionante de irregularidades administrativas, que derivaron en corrupción.
Tan sólo, la Auditoría Superior de la Federación, sostiene que la administración del Cui, dejó anomalías por alrededor de 5 mil 310 mdp (según reportaje, del informado periodista, Arturo Ángel), sobre todo, en la Cuenta Pública de 2023, en la que hay irregularidades por 3 mil 598 mdp.
Entre las infamias cometidas encontramos: empresas fantasma, ‘aviadores’, muertos que se presentaban a cobrar la quincena, licitaciones amañadas, compras reportadas de las que no hay evidencia del producto, falta de medicinas y otras que caducaron en los almacenes (lo cual causó muertes), etc. En consecuencia, la ASF, señala hasta 93 posibles hechos de corrupción.
Lo anterior, por el lado administrativo, además, debemos agregar el desdén que tuvo por gobernar, jamás cumplió con su deber, lo cual, por donde lo quieran ver, también es un hecho sancionable.
Lo más grave del asunto, es que no hay denuncias interpuestas, ya que, lo más probable, es que al igual que a Cuauhtémoc Blanco y Rutilio Escandón, al ‘académico’ le apliquen el privilegiado trato de ‘compañero de lucha’. Queda para el registro.
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