Ayer en la Camara de diputados se sometió al pleno continuar o no con la revisión de continuar el proceso legal para quitarle o no el fuero constitucional al Diputado Federal de Morena Cuahutemoc Blanco Bravo y poder enfrentar un posible juicio penal en el estado de Morelos donde fue Gobernador . En una denuncia penal, se le acusa del grave delito de un supuesto abuso sexual en contra de su media hermana.

En uno de los momentos más controvertidos del Congreso actual y con 291 votos de morenistas, priistas, petistas, del verde e independientes se cerró legalmente este bochornoso capítulo legal del popular ex futbolista.

Hay que hacer una pausa en todo este tema.
Más allá de que estemos o no en contra o favor del señor Blanco, lo que ayer sucedió opino debe ser analizado desde al menos tres enfoques.
El primero está en el fundamento legal de una denuncia, donde quien acusa debe demostrarlo y hasta entonces, el acusado se presume inocente.
Aunque en este tipo de denuncia y con base también en la ley se debe proceder con perspectiva de género.
El problema que reclama la Comisión Instructora del Congreso es que la fundamentación legal y probatoria de la fiscalía de Morelos es débil y raya en lo ilegal. De ser así, habría que llamar a cuentas a los fiscales de ese estado para que expliquen por qué lo hicieron sabiendo que el tema se haría más que viral.

En el segundo enfoque está el fondo del fuero constitucional mexicano.
Este existe para que los legisladores puedan expresarse y caminar libremente por todo México, sin que nadie ni nada se lo impidan. Nadie está en contra de esta libertad ganada a pulso en la historia del país. Pero aquí no se está acusando al diputado por lo que dice o hace como tal, sino por lo que hizo antes. Entonces el fuero no debería ser el escudo protector para actos de su pasado sino para lo que se presente durante su periodo como legislador.

Y tercer enfoque está en lo político. Como fuera el resultado, la sombra de la derrota política estaría con él. En el imaginario colectivo, queda la idea de que se protegió a Cuahutemoc Blanco. Y eso tiene costos que pagaran los que votaron a su favor. Y lo saben.
El cobro vendrá en las calles, en las movilizaciones de colectivos y en las elecciones.

Este ignominioso caso debe ser referente para todas y todos los legisladores por que la lupa está siempre sobre ellos. Y también para que nunca más el tema de fuero sea pretexto para enfrentar a la ley.

¿O usted qué opina?

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