La sucesión de una administración municipal –en el caso del estado de Veracruz este año– y de ese modo el traspaso de poder a una nueva administración edilicia, se organiza desde antes, pero primero hay que ir saltando los obstáculos como candidaturas internas y las campañas electoralmente hablando, y ganar en las urnas o en los tribunales.

Pero antes de todo, hay que articular desde la precampaña, al y los equipos con cuadros que sumen esfuerzos en todos los sectores para adherir actores, y en cada etapa rescatar lo mejor posible que sume y multiplique en las urnas, para después planear funciones, así como, acciones de gabinete como gobierno municipalmente.

Y así, después del 01 de junio próximo, y ya quienes ganen con urnas abundantes o no, transparentes o no, pero ya con constancias de mayoría en la mano, tendrán que empezar a caminar por el periodo de la transición, para poder ser gobierno, y pensar en el armado de todo el engranaje humano que ocuparía los espacios en los 212 Ayuntamientos.

Durante los días de abril y sobre todo a partir del arranque formal el venidero 29, vendrá toda una especie de guerra entre sucia y nada respetuosa o al menos poco ruda.

Y en un sentido figurado en términos del boxeo, estamos por presenciar cómo se tratan de meter un derechazo uno al otro y otra, y que el golpe resbale por la vaselina hasta llegar de lleno al párpado y se lo cierre, y esta misión es tarea en los equipos asesores que se instalen en los cuartos de guerra, y un upper seguido de un gancho izquierdo a la mandíbula, que lleve hasta tambalear uno al otro y otra puede llegar a sacarle el protector bucal y llevarles a la lona. Y esto, los equipos y adversarias como rivales lo tienen claro.

En las cabeceras distritales locales las y los candidatos (as) a Presidencias Municipales, los equipos de campaña será un termómetro vital en la conducta y actuación de todos los contendientes, pues los estrategas diseñan y llevan de la mano con cierta disciplina a sus asesorados, y este equipo con experiencia de comunicación, buen gobierno, logística en lo operativo y electoral, entre otros conceptos, es donde se cimienta el camino del triunfo para captar electores y ganar elecciones.

De entrada un jefe de una campaña electoral se supone deberá designarlo el candidato o la candidata, no siendo así y al ser impuesto, así comienza un problema en donde lo que debe prevalecer es la armonía con concordia para conciliar voluntades y agendas, en la mayoría de los casos muy complejas.

Dicho de otra manera, quienes coordinen las campañas tendrán que estrechar confianza con las y los candidatos a las alcaldías, pues de no ser así, los riesgos de estrechez de una derrota, estará latente. Y es que la mano derecha no puede ser ajena a una persona de máxima confianza durante una campaña.

Siendo así es como se estaría cerca del éxito de una campaña como son en la actualidad y que no solo se deberá a la figura de candidatas y candidatos, pieza principal de la misma, sino también al jefe de campaña como encargado de dirigir y coordinar todas las estrategias; trazadas y todas las que vayan surgiendo.

DE SOBREMESA

En el caso del estado de Veracruz –sobre todo en los 30 municipios cabeceras distritales– no se sabe quién encabezaría los equipos de la campaña de quienes final y oficialmente sean los arietes de los partidos, pero ya pronto lo sabremos.

UN CAFÉ LECHERO LIGTH

Esperamos ver a coordinadores de campañas con personalidad, nivel proactivo y habilidades interpersonales que garantice la capacidad organizativa y logística, de gestión social, pero sin dejar de ser capaz de coordinar tareas a la vez muy diversas e importantes y al mismo tiempo, con eficacia, calidad, sensibilidad y calidez humana.

Veracruz se distingue por profesionales en las campañas –entre visibles y con un menor protagonismo– pero seguramente eficientes, y capaces de lidiar buenos toros y con varios frentes.

La candidata y el candidato que logre contar con un equipo de campaña que concentre educación y “el savoir faire”, –destreza o gracia especial para hacer las cosas–, tendrá ahí la templanza con cabeza fría para desarrollar tareas específicas y extraordinarias en la política actual ante un muy diverso electorado y todos con visiones de origen y necesidades diferentes por la mezcla de partidos.

Las campañas que vienen requerirán personas disponibles las 24 horas del día y al 100% de todo y con todo, para un periodo corto pero que amerita de una amplia experiencia.

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