La presidenta Sheinbaum acaba de recordar que los funcionarios deben ser austeros, nada de camionetotas ni de rodearse de guaruras. ¿Qué tanto caso le harán gobernadores, senadores, diputados y alcaldes?

Tal vez poco o prácticamente nada, pues al fundador, al líder, al guía de la 4T, con todo y su poder no lo tomaron muy en cuenta.

En Veracruz tenemos un muy claro ejemplo, con el que la gente identifica como el peor gobernador que se ha tenido.

De cuando era el hijo del diputado local, pasando por cuando fue diputado federal y luego empezó a ser gobernador (diciembre de 2018) la transformación que tuvo fue notoria.

Más allá de su vestimenta, que sí la cambió -dicen que asesorado por la secretaria de Turismo que acaba de renunciar - tuvo otros cambios muy alejados de las normas de la 4T.

¿Recuerdas lector cuando al empezar su gobierno se hizo publicidad para que los veracruzanos vieran que a la Ciudad de México viajaba en autobús de pasajeros? ¿Cuántas veces lo hizo?, a lo mejor dos o tres veces más.

De ahí pasó a utilizar grandes camionetas y su aparato de seguridad era impresionante. Creo que ni Fidel Herrera, Javier Duarte ni Miguel Ángel Yunes fueron tan protegidos como el primer mandatario de la 4T.

Policías de Seguridad Pública y guaruras formaban un gran convoy o estaban cerca de donde se encontrara.

Quién sabe qué llegó a temer, pues si era acompañado por pocas personas la gente ni lo reconocía, al estar siempre tan alejado del pueblo. Además, decía él, los índices delictivos, como los de homicidios y secuestros, estaban a la baja.

Ahora en Cenagas ya lo exhibieron y su respuesta fue tomarse una foto comiendo tacos en un puesto de la calle en la CDMX.

La verdad es que esto vendría siendo lo de menos, aunque para la 4T, al menos en teoría, lo de la austeridad sí sea punto clave.

Decimos que esto viene siendo lo de menos, porque lo de más tiene que ver con la forma en que se manejó el dinero público en el gobierno pasado.

En su momento lo advirtió el diputado local Marlon Ramírez y después el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis): mediante el esquema de creación de empresas fantasmas y otras argucias similares, como nuevas compañías (¡llegaron a contar 50, creadas cuando apenas se acomodaban en sus sillones de funcionarios!) y contratos a proveedores señalados de incurrir en corrupción, millones de pesos eran desviados.

Ahora, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señala que, al revisar las cuentas del 2023, en la Secretaría de Salud hay un presunto desvío por más de mil 600 millones de pesos. Ufff, es mucho dinero.

Ya se irá viendo cómo están los hospitales que construyó, el equipo que supuestamente se compró y otros "detalles".

Y también ya se irá sabiendo, con mayor precisión, vía la misma ASF, cómo fueron manejados los recursos en otras dependencias, como Seguridad Pública, Educación y Obras Públicas, así como la participación que tuvo la Subsecretaría de Finanzas y Administración.

Por lo pronto, la auditora general del Orfis, Delia González, ya dijo que el Orfis revisará con atención las obras inconclusas del nuevo Nido del Halcón, en Xalapa, y del estadio Pirata Fuente en Boca del Río, en los que se informó fueron invertidos alrededor de 2 mil 500 millones de pesos y no pueden ser terminadas.

¿Le resultará alguna responsabilidad al exgobernador? No lo creo, la cobija protectora de la 4T -como fue la del PRI y la del PAN- es muy benevolente y protectora.

Y como no pueden tocar al de arriba, pues los de abajo resultarán beneficiados. A lo mejor algún charalito resulta pescado.