Se quejaba diariamente de los defectos de los demás.

Resaltaba lo negativo de algunos. Pero, en cambio, lo positivo de otros.

¿Era todo Blanco o Negro?

Así, todos los días...

Un amanecer, en silencio se puso a pensar…
Cuando miró dentro de si, observó que su misma forma de actuar, en diferentes casos, podía verla como Cualidad o como Defecto.

-¿Qué será?, se preguntó.

Y sólo pasados los años comprendió que había venido juzgando las CARACTERÍSTICAS de las personas.

¡Sí! Aquellas que eran TERCAS, también eran PERSISTENTES.
Aquellos OBSTINADOS, también sabían ser CONGRUENTES.
Aquellos que veía como DÉBILES, también podían ser SENSIBLES.

Así fue que lo que era Negativo, se transformaba en Positivo cuando lo deseaba.
-¡Así lo haré!, dijo para sí.

Sus características no cambiaron.
Sabe aprovecharlas en cada situación y las administra según el momento.
¡Encontró el Balance!