29 de Abril de 2025
Entorno Político | OPINIÓN
Lunes 28 de Abril de 2025 | 9:33 p.m.
Manuel Rosete Chávez
Manuel Rosete Chávez
Apuntes
¿Quién quiere a Huerta fuera de Morena?

“México no es piñata
de Estados Unidos”.
Claudia Sheinbaum

 

La preocupación de Manuel Huerta de que lo expulsen de Morena es real. Sabe que el problema no radica en quienes piden su cabeza, sino en quienes están detrás de ellos, lo que podría complicar su futuro en el movimiento.

La pregunta es: ¿Quiénes ganan con Huerta fuera de Morena? ¿Quiénes pierden con Huerta dentro de la 4T?

Esa es la razón por la que ha tenido que salir a responder a los dueños del circo y no a los payasos. Fue el propio Huerta quien hizo pública la asonada en su contra acusando al ex secretario de Educación y actual coordinador de los diputados morenistas veracruzanos, Zenyazen Escobar, quien se sigue moviendo entre escándalos de corrupción y el control al interior de esa secretaría.

“Yo he estado hablando de no al nepotismo, no a la corrupción, no al influyentismo, porque es nuestro programa, nuestra filosofía de la que estoy muy convencido, que lucho por ella”, señaló Huerta Ladrón de Guevara, convencido de que un “grupito de diputados federales” actúan por consigna, exhibiendo su mediocridad.

Si actúan por consigna, ¿lo hacen a nombre de quién? ¿de la dirigencia nacional? ¿de los líderes en el Congreso? ¿de la gobernadora Nahle? Él lo sabe muy bien.

¿Quién mandó a Zenyazen y sus corifeos a operar el desafuero de Huerta? ¿Qué intervención ha tenido el abejorro y actual delegado del Bienestar Juan Javier Gómez Cazarín en toda esta trama? ¿También está involucrado el actual dirigente estatal, Ramírez Zepeta, quien ha sido acusado de vender las candidaturas a las presidencias municipales?

La pretensión de expulsar a Huerta no se reduce a la incomodidad que generan sus críticas declaraciones, sino a una traición de la que ha sido acusado públicamente. Fue el propio Zenyazen Escobar, en medio de la confrontación, quien lo acusó de operar políticamente a favor de Movimiento Ciudadano (MC).

“No llores como Magdalena mientras traicionas al partido”, le escupió ante los medios, al tiempo que lo acusó de mantener un doble discurso; por un lado, se presenta como víctima en medios de comunicación y por otro promueve candidaturas que no son simpatizantes o militantes de la Cuarta Transformación.

Y en eso tal vez tenga razón. Muchos de los militantes de Morena surgidos de la estructura de Bienestar y que no lograron la candidatura a la presidencia municipal porque le corresponde al Partido Verde la postulación, fueron incrustados como candidatos a regidores.

La única posibilidad de alcanzar el cargo es que la alianza Verde-Morena pierda la elección y en eso están poniendo su mayor empeño.

El problema de Huerta también radica en su falta de congruencia. Durante su paso por la delegación de Bienestar en Veracruz, prácticamente todos sus coordinadores regionales y municipales incrustaron en la nómina a sus familiares directos: padres, madres, hermanos, hijos.

Algunas de las candidatas y candidatos de Morena, surgidos desde la estructura de Bienestar, ha sido acusado precisamente de nepotismo. Incluso después de su salida para buscar un cargo de elección, sus familiares han seguido en la nómina, ante la incapacidad de Gómez Cazarín por sacudir el árbol del nepotismo.

La mayor parte de los ex funcionarios de Bienestar lograron la candidatura al amparo del capital político y la base social que representan los programas sociales, más que por su trayectoria, capacidad o conocimiento legislativo o de la administración pública. Fueron los “monstruitos” creados por el senador Huerta.

Manuel Huerta sigue siendo un personaje muy influyente al interior de Morena. Sin embargo, podría convertirse en una de las viudas de López Obrador. No tiene a nivel federal ni en el estado una figura relevante que lo cobije; a cambio, ha cultivado con esmero a muchos adversarios.

Pero se siente cómodo en la insurgencia. Es un terreno que conoce muy bien a diferencia de quienes hoy piden su cabeza. El problema es que hoy sus enemigos son sus correligionarios…

EEUU NOS MANDÓ UN ACORAZADO A MEAR

Sobre el misterioso asunto de la presencia de un buque de la Armada de los Estados Unidos que entró por el puerto de Veracruz a territorio mexicano, la mañana del pasado viernes; buque del cual descendieron un número indeterminado (no se sabe cuántos) marines de los Estados Unidos, y protegidos por miembros de la guardia nacional mexicana se internaron en territorio veracruzano sin que hasta el momento se sepa su destino, la Secretaria de Marina-Armada de México (Semar) informó que el Buque USS Gravely, perteneciente a la Marina de los Estados Unidos de América, arribó al puerto de Veracruz el viernes pasado y que tiene programado zarpar este 28 de abril, o sea ayer y no se supo nada.

De acuerdo a la Semar, el buque USS Gravely cuenta con una eslora (longitud) de 155.7 metros, una manga (ancho) de 20.2 metros y una dotación conformada por 40 oficiales, 245 suboficiales y 6 civiles, el cual se encuentra atracado en el muelle 9 sur del puerto de Veracruz, con el propósito de realizar visita operacional logística, para abastecer 900,000 litros de combustible, avituallamiento y descanso de su personal.

¿Para cuánto se le antoja a usted respetado lector que le cueste al gobierno de los Estados Unidos movilizar una nave de guerra de estas características hasta aguas veracruzanas? Mucho dinero. ¿no? Lo que no nos cuadra a quienes tenemos un poco de seso en la chirimoya, es que estos marines, este buque de guerra superequipado con la tecnología más avanzada, haya tenido que venir a que sus tripulantes se echaran una meadita, a que comieran algo propio de Veracruz como son los tegogolos, por ejemplo, o unas ordenes de tacos de cochinita pibil con el buen “David” o algunas garnachas en Rinconada con sus respectivos huevos duros y sus tortas de vena. 

De paso que cargaran con guachicol de ese que sí se nos da por todas partes, la navesota en la que andan paseando, en fin. Como que el asunto está muy raro y lo que sí, ha puesto muy nerviosos a funcionarios de primer nivel de este solar patrio. Ojalá los marines norteamericanos hayan venido a realizar una operación de esas de alto calibre, desmonten varios laboratorios de fentanilo y se lleven a unos diez líderes de bandas delictivas, un poco más importantes que el cascajo que se han jalado o que el señor Harfuch les ha entregado. Todos los mexicanos de bien, que somos mayoría absoluta, deseamos que se lleven a los más machuchones de la droga, el guachicol y la delincuencia organizada para que México recupere su tranquilidad.

EN MEMORIA DE REGINA MARTÍNEZ

La conocí como todos los periodistas de mi generación, Regina Martínez fue una periodista profesional, muy seria con los trabajos que presentaba y que se publicaban. En mis tiempos de reportero y ella también, siempre nos sorprendía con investigaciones periodísticas de un sorprendente rigor profesional. Era una joven callada, poco dada a perder el tiempo en pláticas sin sentido y, que yo haya visto solo con la compañera Guadalupe López Espinoza, sostenía pláticas un poco largas.

Gonzalo López Barradas, ese gran periodista de Alto Lucero, autor de varios libros entre ellos “Solo las cruces quedaron”, tenía una oficina al inicio de la calle de El Dique, algún día me platicó que Regina pasaba a verlo, platicaban y se tomaban una cerveza. “Es muy introvertida pero ya entrando en confianza es muy agradable”, la definió cosa que en lo personal no me llamó la atención porque lo más interesante y valioso de ella era su trabajo, sus reportajes, notas y crónicas que se publicaban en el diario POLÍTICA y en la revista PROCESO donde están publicados los ejemplos de su enorme profesionalismo.

Luego vino la tragedia en la que le arrebataron la vida un par de mozalbetes amigos de la periodista los cuales estuvieron con Regina la noche del crimen en las oficinas de Gonzalo López Barradas, y de ahí se fueron al departamento de ella.

En ese tiempo el Procurador General de Justicia en el Estado era el abogado Felipe Amadeo Flores Espinoza, quien sabiendo de las consecuencias de un asunto de este calibre tomó el asunto de inmediato, formó un equipo de agentes ministeriales de lo mejor, investigadores profesionales y a dar con quién o quiénes habían sido los causantes de tan infausta tragedia.

El colega Gonzalo López Barradas me llamó muy temprano, cuando se supo del terrible crimen, para voluntariamente colaborar con la investigación, seguro de que los tipos que llegaron con la compañera Regina a su departamento eran los autores del crimen, pero su buena voluntad no fue necesaria porque pronto detuvieron a esos sujetos, los interrogaron, confesaron y el caso quedó resuelto: un par de mozalbetes, vividores, con quienes la compañera Regina Martínez tenía amistad la ultimaron.

Cuando menos seis periodistas estamos convencidos de esa hipótesis, que es la real, porque además fuimos convocados para ver los videos de cuando detuvieron a los criminales, sus confesiones, el recorrido que hicieron y con quiénes vendieron lo que le robaron a la compañera (una lap top, un reloj, una cadenita y algunas otras cosas de poco valor), los compradores de chueco delataron a los asesinos y todo quedó aclarado.

Qué bueno que se instalen salas de prensa con el nombre de la compañera Regina Martínez, más que merecido porque ella si ejerció el periodismo como un trabajo de beneficio social, pero que malo que haya habido personas como la señora Norma Trujillo Báez, quien usando este crimen escaló los más altos niveles de protesta mundial ante lo que manejó como un crimen de estado, para ocupar un cargo como el que tiene donde gana lo que jamás soñó dado su elemental nivel académico, pero además que haya aceptado un premio por un trabajo que ella no escribió pero si tomó los cincuenta mil pesos de premio. Regina Martínez, la periodista ejemplar, desde el cielo donde está sabrá valorar quiénes reconocen su trabajo y su paso por la vida con el único interés de hacer valer su profesionalismo y quiénes lo hacen para ganar reflectores y dinero.

REFLEXIÓN

Como aficionado al rey de los deportes, debo reconocer con mucho el apoyo que la gobernadora Rocío Nahle ha dado al beisbol, inaugurando un parque como el Beto Ávila y armando un gran equipo de béisbol competitivo. Bien, bien y muy bien, aunque me vea como los baratos aplaudidores oficiales. Por encima de todo, en mi caso, está el béisbol.

 

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