Nueva York/ Tras el primer debate presidencial, el presidente Joe Biden enfrenta llamados para retirarse de la contienda electoral o arriesgar una derrota demócrata en noviembre ante un candidato republicano cuyo mensaje xenofóbico y mentiras dominaron el intercambio de 90 minutos.

El debate no destacó por el desempeño del contrincante Donald Trump, quien hizo lo esperado, sino por el desempeño de Biden, que fue criticado severamente por políticos demócratas y comentaristas liberales. Coincidieron en que Biden no solo fracasó en asegurar a los votantes sobre sus capacidades físicas y mentales, sino que alarmó a su partido con llamados públicos para sustituirlo como candidato lo antes posible.

Trump y sus asesores celebraron la noche. En un debate visto por 48 millones de personas, Trump culpó a los migrantes de los problemas de Estados Unidos, desde la criminalidad hasta la economía y la seguridad nacional. En al menos 15 ocasiones, repitió que los migrantes están "matando a nuestra gente" y "robando empleos".

Biden, por su parte, no logró articular un ataque efectivo contra la xenofobia y las posiciones ultraderechistas de Trump. A menudo, sus declaraciones fueron incompletas o ininteligibles, lo que llevó a comentaristas a cuestionar su capacidad para continuar en la contienda. Jeff Greenfield, de Politico, describió el desempeño de Biden como "el peor en la historia moderna de los debates presidenciales en Estados Unidos".

El New York Times, en su editorial, recomendó que Biden se retire de la contienda, argumentando que si el riesgo de una segunda presidencia de Trump es tan grande como él dice, debe reconocer que no puede continuar. Nate Silver, analista de tendencias electorales, y Mehdi Hasan, periodista y analista, también expresaron que Biden debería considerar lo que es mejor para el país y su partido.

En respuesta, Biden reconoció en un mitin en Carolina del Norte que su desempeño en el debate fue malo, pero rechazó los llamados a retirarse. "Sé que no soy un joven, pero sé decir la verdad y sé cómo hacer esta chamba", declaró, insistiendo en que no cederá la candidatura.

Los demócratas leales a Biden enfatizaron que la elección en noviembre es entre Biden y alguien que consideran una amenaza para la democracia. Ben Rhodes, ex asesor de Barack Obama, comentó que negar lo evidente no es la forma de responder a la situación.

Observadores y defensores de migrantes y activistas ambientalistas expresaron su alarma ante el estado del sistema político. Jon Stewart, comentador satírico, resumió el sentimiento diciendo que ambos candidatos necesitan mejorar su desempeño, y que la situación actual parece surrealista.

También puedes leer: The New York Times pide a Biden que abandone la carrera electoral

Por ahora, el futuro de Estados Unidos parece estar entre un candidato con un proyecto neofascista y otro que no pudo repudiarlo de manera efectiva. Ninguno ganó el debate; el pueblo estadounidense perdió.