CDMX/ El presidente Andrés Manuel López Obrador negó categóricamente que su administración haya negociado, ya sea por dinero o promesas de impunidad, con el senador del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, para asegurar su voto a favor de la reforma constitucional al Poder Judicial. Esta reforma, respaldada por Morena y sus aliados, busca una mayor participación ciudadana en la elección de jueces, magistrados y ministros.

En una conferencia de prensa matutina, el mandatario federal aclaró que el apoyo de Yunes Márquez a la reforma fue una decisión política personal del senador, y no el resultado de ninguna negociación o intercambio. “Él es un político y consideró que era conveniente actuar de esa manera, y no necesariamente estaba a cambio de una cantidad de dinero o una amenaza”, afirmó López Obrador. “Él es fuerte, yo lo he enfrentado y no es de los que se deja amedrentar, no. Fue una decisión política”.

López Obrador expresó su satisfacción por la aprobación de la reforma en el Senado, que ahora requiere la ratificación de 17 de 32 congresos estatales para ser publicada. Describió el día anterior como “un día importantísimo” y destacó la importancia de la reforma para el sistema de justicia del país.

El presidente desmintió las especulaciones de que la aprobación de la reforma fue resultado de algún tipo de negociación, y reiteró que no hubo acuerdo con Yunes Márquez ni con su padre, Miguel Ángel Yunes Linares. “No se negoció nada absolutamente, nada”, insistió. “Eso es un problema de los conservadores y sus voceros, creen que somos iguales a ellos.”

López Obrador subrayó que la negociación con el senador Yunes Márquez fue realizada por el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Adán Augusto López, en el marco de sus responsabilidades. “Yo envié una iniciativa de reforma a la Constitución y son los legisladores los que tienen que hacer su trabajo”, afirmó el presidente.

Además, el jefe del Ejecutivo enfatizó que la reforma busca terminar con la corrupción y la impunidad, y que el pueblo de México tendrá un papel crucial al elegir a los jueces. “La aprobación de esta reforma es crucial para avanzar en la justicia del país, permitiendo que los jueces sean elegidos por el pueblo y no por las cúpulas del poder”, concluyó López Obrador.

La reforma, que marca un paso significativo en la reestructuración del sistema judicial mexicano, continuará su proceso legislativo con el objetivo de ser implementada a nivel nacional.