Ciudad de México/ La Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma que transfiere la Guardia Nacional al mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), una de las principales iniciativas del “Plan C” del presidente Andrés Manuel López Obrador. El dictamen, que ha generado un intenso debate, fue respaldado por Morena y sus aliados, mientras que los partidos de oposición –PRI, PAN y Movimiento Ciudadano– manifestaron su rechazo.

Con 362 votos a favor y 133 en contra, la reforma avanza en medio de críticas por parte de legisladores opositores y especialistas en temas de seguridad. Durante la sesión, el bloque opositor intentó frenar la discusión con tres mociones suspensivas, pero estas fueron rechazadas.

ARGUMENTOS A FAVOR

Dolores Padierna, diputada de Morena, defendió la reforma argumentando que el traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena garantizará su disciplina y evitará la corrupción que afectó a cuerpos policiales anteriores, como la Policía Federal.

“La Guardia Nacional es la institución llamada a construir la paz y brindar seguridad a la ciudadanía. Su adscripción a la Sedena refuerza la necesaria disciplina y previene la descomposición que caracterizó a la extinta Policía Federal”, afirmó Padierna. La legisladora también criticó las políticas de seguridad implementadas desde 2006, recordando que fue el actual presidente quien disolvió la Policía Federal para crear la Guardia Nacional.

RECHAZO DE LA OPOSICIÓN

Por su parte, el bloque opositor mostró un firme rechazo a la reforma. Pablo Vázquez Ahued, diputado de Movimiento Ciudadano, criticó el giro del gobierno federal hacia una estrategia militarizada, subrayando que en su inicio, López Obrador había prometido una Guardia Nacional de carácter civil.

“Esta reforma para entregar la Guardia Nacional al mando de la Sedena es la renuncia del gobierno a su responsabilidad constitucional en materia de seguridad pública”, aseguró Vázquez Ahued.

Lorena Piñón, del PRI, argumentó que la reforma despoja a la Guardia Nacional de su carácter civil, mientras que Blanca Leticia Gutiérrez Garza, del PAN, advirtió sobre los riesgos de vulneraciones a los derechos humanos bajo un mando militar. “Esta reforma implica debilitar la seguridad pública y generar un alto riesgo de vulneraciones a los derechos humanos”, expresó Gutiérrez Garza.

FUTURO DEL DICTAMEN

Aunque el dictamen fue aprobado en lo general, la discusión continúa, ya que los legisladores aún deberán debatir 433 propuestas de modificación a la reforma. La iniciativa también prevé que los integrantes de la Guardia Nacional puedan rendir cuentas ante juzgados militares y participar en tareas de investigación, lo que ha sido cuestionado por diversos sectores de la sociedad.

A pesar de las críticas y el rechazo de la oposición, la mayoría legislativa de Morena y sus aliados ha permitido que el dictamen avance, manteniéndose como una de las principales prioridades del presidente López Obrador.