Ciudad de México/ En un día histórico para México, Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera mujer en asumir la presidencia del país. Tras recibir la banda presidencial en la Cámara de Diputados, la mandataria se dirigió al Zócalo capitalino, donde representantes de 70 comunidades indígenas y afromexicanas le entregaron el Bastón de Mando, símbolo de liderazgo y respeto en sus culturas.

“Hoy es un día de fiesta para las mujeres indígenas y para todas las mujeres de México”, expresó una de las representantes indígenas, destacando la importancia del ascenso de una mujer a la presidencia. Durante la ceremonia, las comunidades invocaron los cuatro rumbos y el centro del universo para pedir fortaleza y humildad para Sheinbaum en los seis años de su mandato.

En su primer discurso ante una Plaza de la Constitución abarrotada por miles de simpatizantes, Sheinbaum agradeció al expresidente Andrés Manuel López Obrador y delineó las bases de su administración. Entre gritos de júbilo, la presidenta presentó su plan de gobierno basado en 100 compromisos que abarcan áreas clave como la seguridad social, la educación, la energía, el comercio, la justicia y la infraestructura.

“Hoy damos un paso más. No había habido una presidenta en México en más de 500 años. Y no llego sola, llegamos todas”, afirmó Sheinbaum, subrayando el carácter histórico de su ascenso al poder.

Entre los puntos más destacados de su discurso, la presidenta se comprometió a continuar con el aumento del salario mínimo, fortalecer el sistema de salud mediante la contratación de 20 mil profesionales, y dar seguimiento a la reforma del Poder Judicial para garantizar su independencia. Además, Sheinbaum propuso una reforma constitucional al sistema electoral que fortalezca la democracia participativa y reduzca el costo de las elecciones.

En el ámbito educativo, la mandataria prometió dar continuidad al modelo de la Nueva Escuela Mexicana, además de eliminar el examen de ingreso a la educación media superior (COMIPEMS). También anunció la creación de una fábrica de software público y un centro de ciberseguridad e inteligencia artificial, demostrando su intención de impulsar la innovación tecnológica en el país.

En el ámbito social, Sheinbaum destacó la creación de la primera Secretaría de las Mujeres y la implementación de un Sistema Nacional de Cuidados. Además, se comprometió a apoyar el bienestar mental de los jóvenes en las escuelas públicas y a promover el acceso equitativo a la cultura en todo el país.

La mandataria también abordó temas de infraestructura, anunciando la continuación de proyectos de rehabilitación de carreteras y líneas férreas, como las rutas México-Pachuca y Querétaro-San Luis Potosí. Además, reafirmó su compromiso con el desarrollo de energía renovable a través de programas de paneles fotovoltaicos y el impulso a la producción nacional de petroquímicos.

En la conclusión de su discurso, Sheinbaum reiteró su compromiso con los principios de la Cuarta Transformación y aseguró que entregará su “conocimiento, alma y vida” para el bienestar del pueblo de México. “Me comprometo a no mentir, no robar y nunca traicionar al pueblo de México”, sentenció, entre la ovación de los miles de asistentes que celebraban el inicio de una nueva era para la política mexicana.

Con este histórico acto, Claudia Sheinbaum inicia un sexenio marcado por la continuidad de las políticas de la Cuarta Transformación, pero también por el reto de implementar su propio sello como la primera mujer presidenta de México.