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Ciudad de México/ En sus últimas semanas como embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar emitió fuertes críticas contra la estrategia de seguridad de la Cuarta Transformación, señalando que el gobierno mexicano ha negado la gravedad de la violencia en el país y ha rechazado la cooperación de Estados Unidos en esta área por razones “ideológicas”. “
La estrategia de ‘Abrazos, no balazos’ no funcionó”, declaró Salazar en una conferencia de prensa en la que limitó sus comentarios a temas de seguridad.
Durante la conferencia, el diplomático expresó su preocupación por la persistente inseguridad en regiones de México, mencionando eventos violentos en Sinaloa y el asesinato del padre Marcelo en Chiapas como ejemplos de la “realidad” que, afirmó, el gobierno mexicano evade. También rechazó la práctica de culpar a Estados Unidos por la violencia en el país, postura que en diversas ocasiones han sostenido tanto el expresidente Andrés Manuel López Obrador como la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Salazar señaló que el gobierno de López Obrador bloqueó un fondo de 22 millones de dólares en ayuda para seguridad, y advirtió a Sheinbaum que aplicar recortes de “austeridad republicana” en seguridad podría agravar la situación. “No se puede pagar a un policía casi nada y esperar que haga bien su trabajo”, enfatizó, añadiendo que la corrupción dentro de las corporaciones policiales y gobiernos estatales es un obstáculo en la lucha contra la violencia.
Aunque Salazar expresó su esperanza de que el gobierno de Sheinbaum logre avances en materia de seguridad, destacó que esto requerirá una “profunda” cooperación con Estados Unidos y una inversión significativa en las instituciones de seguridad.
La relación bilateral comenzó a deteriorarse, según el embajador, tras las capturas en Estados Unidos de Joaquín Guzmán López e Ismael “El Mayo” Zambada, eventos que llevaron a una “pausa” en los esfuerzos conjuntos contra el crimen organizado. Según Salazar, la negativa de México a continuar la cooperación en seguridad fue unilateral.
Ken Salazar dejará el cargo el próximo 20 de enero, cuando Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos. En sus semanas finales, el embajador planea recorrer las fronteras norte y sur de México para abordar temas de la agenda bilateral, como migración y el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Salazar llegó a México en 2021 con el objetivo de fortalecer la relación entre el gobierno de Joe Biden y la administración de López Obrador. Durante su estancia, mantuvo una relación cordial con el presidente mexicano y fue una figura frecuente en Palacio Nacional. Sin embargo, esa relación se deterioró tras sus críticas a la reforma judicial y la falta de cooperación en seguridad.
En respuesta a las declaraciones del embajador, Sheinbaum informó que la relación con la embajada de EE. UU. se conducirá por vías institucionales, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que dirigirá el diálogo con el próximo gobierno estadounidense a cargo de Juan Ramón De la Fuente.
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