Ciudad de México/ Con 321 votos a favor y 108 en contra, la Cámara de Diputados aprobó este miércoles, en lo general y lo particular, el dictamen que da paso a la creación de cuatro nuevas entidades dentro del gobierno federal: la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, la Secretaría de las Mujeres y la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones. El proyecto de reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal fue turnado al Senado para su codictaminación.

Las modificaciones incluyen también ajustes en las atribuciones de 15 secretarías de Estado, como Gobernación, Hacienda, Salud y Seguridad, además de la Oficina de la Presidencia y otras unidades administrativas. Se espera que esta reestructuración agilice la gestión gubernamental y potencie las capacidades de cada área en respuesta a las demandas actuales del país.

Durante el debate, surgieron distintas posturas en torno a los recursos que recibirán las nuevas dependencias. Xitlalic Ceja García, diputada del PRI, señaló que sin un incremento en el presupuesto, estas estructuras podrían quedarse como “simbólicas e incapaces de cumplir con sus objetivos.” La preocupación por el financiamiento también fue compartida por la diputada de Movimiento Ciudadano, Anayeli Muñoz Moreno, quien celebró la creación de la Secretaría de las Mujeres pero advirtió que sin un presupuesto adecuado, sus labores podrían verse limitadas.

Por otro lado, el diputado Alejandro Avilés Álvarez, del PVEM, respaldó el proyecto argumentando que representa una oportunidad para “rediseñar el funcionamiento de las instituciones” y hacer más eficiente la administración pública. De igual manera, el morenista Víctor Hugo Lobo Román destacó la importancia de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, que impulsará el avance tecnológico del país, mientras que el diputado Eruviel Ávila Villegas subrayó el papel de la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación en la promoción del desarrollo científico y la enseñanza.

Con este paso, el Congreso avanza hacia una reforma administrativa que, de ser aprobada también en el Senado, promete impulsar el desarrollo de políticas anticorrupción, de género, de ciencia y tecnología, y de digitalización.