CDMX/ El valor económico del trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados representó el 26.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México en 2023, la mayor participación en al menos dos décadas, según un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este indicador, que alcanzó los 8.4 billones de pesos el año pasado, registró un crecimiento por tercer año consecutivo, consolidándose como un pilar invisible pero esencial de la economía nacional.

Evolución durante y después de la pandemia

La participación del trabajo no remunerado en el PIB superó el 26 por ciento por primera vez en 2020, en el contexto de la pandemia de Covid-19, cuando el confinamiento intensificó estas labores en los hogares. Aunque en 2021 su participación disminuyó, en 2022 retomó su crecimiento y en 2023 alcanzó esta cifra histórica.

Principales actividades y disparidad de género

La Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México 2023 identificó que las actividades de cuidados y apoyo, limpieza y mantenimiento de la vivienda, así como la preparación de alimentos, representaron más del 70 por ciento del valor económico total de este trabajo.

El informe destacó la disparidad de género en la realización de estas labores:

• 53 por ciento de las personas que realizaron trabajo no remunerado fueron mujeres.
• El valor económico de las actividades realizadas por cada mujer fue equivalente a 86,971 pesos anuales, mientras que en el caso de los hombres fue de 36,471 pesos anuales.

En promedio, el valor económico neto anual del trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidado fue de poco más de 63 mil pesos por persona.

Aportación por estados

El Estado de México y la Ciudad de México fueron las entidades que más contribuyeron al valor económico nacional del trabajo no remunerado en los hogares, con aportaciones del 12.4 y 6.9 por ciento, respectivamente.

Este análisis del Inegi resalta la relevancia del trabajo no remunerado en la economía mexicana y la necesidad de visibilizar su impacto, especialmente en términos de equidad de género y políticas públicas de apoyo a los hogares.