• La actriz dejó un legado imborrable en el espectáculo y la política nacional
• Su vida estuvo marcada por el éxito, los escándalos y una influencia que trascendió generaciones

Ciudad de México/ A los 93 años de edad, Silvia Verónica Pinal Hidalgo, considerada una de las figuras más emblemáticas del espectáculo mexicano, falleció dejando un legado histórico en el cine, el teatro y la televisión. Reconocida internacionalmente por su participación en tres películas dirigidas por Luis Buñuel (Viridiana, El Ángel Exterminador y Simón del Desierto), la actriz también compartió escena con grandes iconos como Pedro Infante, Mario Moreno “Cantinflas” y Germán Valdés “Tin Tan”. 

Nacida el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora, Pinal debutó en el cine con la película Bamba (1948) y se convirtió en pionera del teatro de comedia musical en México. Su talento y carisma la llevaron a forjar la “Dinastía Pinal”, una de las familias más influyentes en la industria del entretenimiento nacional. Además, incursionó en la política como diputada federal y senadora por el PRI, destacándose en la promoción de reformas culturales y legislativas. 

RECONOCIMIENTOS Y CONTROVERSIAS

Silvia Pinal fue musa de grandes artistas como Diego Rivera, quien la inmortalizó en un cuadro a sus 25 años, y fue representada en un vitral del Teatro Xicohténcatl de Tlaxcala como una de las Siete Musas del Arte. También recibió la Orden de Isabel la Católica por su contribución cultural al cine. 

Sin embargo, su vida estuvo marcada por altibajos. En el año 2000, enfrentó acusaciones de fraude que la llevaron a exiliarse en Miami durante 11 meses, aunque posteriormente fue absuelta. También tuvo que desprenderse del Teatro Silvia Pinal, un recinto que fundó y que llegó a ser un símbolo de su trayectoria artística. 

EL LEGADO DE UNA VIDA MULTIFACÉTICA

Más allá de su carrera como actriz y productora, Silvia Pinal alcanzó notoriedad como presentadora del programa Mujer, casos de la vida real, un espacio que abordó temas sociales como la violencia de género y los derechos humanos, transmitiéndose por más de dos décadas. 

“Siempre trabajé por dar voz a los que no la tenían, por romper los silencios y hablar de temas que incomodaban, pero que eran necesarios”, expresó en una de sus últimas entrevistas. 

La pérdida de Silvia Pinal marca el fin de una era en el espectáculo mexicano. Su vida, llena de éxitos y controversias, será recordada como una prueba del impacto transformador que una mujer puede tener en la cultura y la sociedad.