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Ciudad de México/ México sigue ocupando el primer lugar como el país más peligroso para ejercer el periodismo, de acuerdo con el balance anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF). Desde 2015, más del 30% de las desapariciones de periodistas a nivel mundial han ocurrido en territorio mexicano, reveló la organización internacional en su informe más reciente.
El análisis detalla que cerca de un centenar de periodistas han desaparecido en la última década, un fenómeno que RSF atribuye principalmente a gobiernos autoritarios y organizaciones criminales que buscan silenciar investigaciones sobre sus actividades ilícitas o violaciones a los derechos humanos.
MÉXICO, BAJO FUEGO SIN GUERRA
Aunque México no enfrenta un conflicto bélico, RSF resalta que su peligrosidad lo coloca en los primeros cinco lugares del mundo para ejercer el periodismo, compartiendo rankings con países en conflicto como Siria, Irak y Yemen.
En 2024, México se ubicó en el tercer lugar de zonas de alta peligrosidad por asesinatos de periodistas, junto a Pakistán y Bangladesh, y detrás de Palestina, que lideró la lista con 16 homicidios. En México, se registraron cinco asesinatos, entre ellos el caso del periodista Alejandro Alfredo Martínez Noguez, fundador de El Hijo del Llanero Solititito, quien fue asesinado dentro de un coche policial que lo escoltaba.
MECANISMOS INSUFICIENTES
El informe también critica que, a pesar de contar con mecanismos estatales de protección para más de 650 periodistas amenazados, las medidas no han sido suficientes para evitar asesinatos y desapariciones.
“México tiene un Estado sólido para impartir justicia, pero eso no basta para proteger a quienes ejercen el oficio”, señala el reporte, agregando que los periodistas enfrentan un entorno donde la impunidad y la corrupción agravan la situación.
AMÉRICA LATINA EN EL FOCO
En la región, México encabeza la lista con 30 de los 39 periodistas desaparecidos en la última década. Estos datos reafirman su posición como el país más peligroso para los medios en América Latina y uno de los más riesgosos a nivel global.
RSF concluyó su informe reiterando la urgencia de fortalecer las medidas de protección y combatir la impunidad, enfatizando que “el periodismo debe ser un pilar para las sociedades democráticas, no un oficio de alto riesgo”.
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