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CDMX/ En México, 3.7 millones de niños y adolescentes menores de 17 años están involucrados en el trabajo infantil, lo que representa el 13.1% de la población de entre 5 y 17 años, según el informe más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este análisis, correspondiente a la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2022, también fue elaborado en conjunto con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y la Organización Internacional del Trabajo.
De esta población, el 10.8% tiene entre 5 y 9 años, el 40.4% entre 10 y 14 años, y el 48.8% entre 15 y 17 años. Además, se destaca que 1.1 millones de menores trabajadores no asisten a la escuela, una problemática que afecta particularmente a quienes viven en zonas rurales.
El estudio identifica las principales causas por las que los menores en situación de trabajo infantil no asisten a clases:
En el caso de las niñas, la segunda razón principal es la falta de recursos económicos, seguida por el trabajo remunerado o de apoyo familiar.
Los estados con mayor porcentaje de menores en situación de trabajo infantil que no asisten a la escuela son Guerrero, Oaxaca, Yucatán, Aguascalientes y Zacatecas, mientras que Nuevo León y Colima registran los niveles más bajos, con 28.2% y 34.1%, respectivamente.
El informe resalta que muchos menores dejan de estudiar tras concluir la primaria (alrededor de los 12 años) para apoyar en labores domésticas, negocios o tierras familiares. Esta tendencia se intensifica al terminar la secundaria, alrededor de los 15 años, momento en el cual una proporción aún mayor de niños y niñas se incorpora al mercado laboral. En este rango de edad se registra la tasa más alta de trabajo infantil, particularmente en actividades económicas realizadas a cambio de un ingreso o beneficio familiar.
El trabajo infantil no solo afecta la formación educativa de los menores, sino también perpetúa ciclos de pobreza en las comunidades más vulnerables. Las autoridades y organismos internacionales hacen un llamado a reforzar las políticas públicas para reducir esta problemática, especialmente en las zonas rurales donde la incidencia es más pronunciada.
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