• El gobierno mexicano expresó su solidaridad con las víctimas y pidió a connacionales seguir indicaciones de autoridades locales
• El tiroteo dejó dos muertos y seis heridos; el agresor, estudiante de 20 años, fue detenido

Florida, EU/ La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que hasta el momento no se tiene registro de ciudadanos mexicanos afectados tras el tiroteo registrado este jueves en la Universidad Estatal de Florida, en la ciudad de Tallahassee, donde dos personas perdieron la vida y otras seis resultaron heridas.

A través de redes sociales, la Cancillería expresó sus condolencias por el ataque: “Desde la @SRE_mx expresamos nuestra solidaridad con las víctimas, sus familias y toda la comunidad afectada. Hasta el momento, no se tiene registro de personas mexicanas afectadas”. Además, hizo un llamado a los connacionales que se encuentren cerca del campus universitario a seguir las indicaciones de las autoridades locales y mantenerse en lugares seguros.

TIROTEO SEMBRÓ PÁNICO ENTRE ESTUDIANTES

El atacante fue identificado como Phoenix Ikner, de 20 años y estudiante de segundo año en la Universidad Estatal de Florida. Según autoridades locales, abrió fuego cerca del sindicato estudiantil este jueves al mediodía, provocando escenas de pánico entre los estudiantes. Fue detenido tras ser herido por agentes de seguridad y actualmente permanece hospitalizado.

Las víctimas mortales no eran estudiantes, mientras que los seis heridos fueron trasladados al Tallahassee Memorial HealthCare y se reportan en condición estable. La policía encontró en el lugar de los hechos un arma registrada a nombre de la madre del agresor, quien es agente del sheriff del condado de Leon desde hace más de 18 años.

El sheriff Walter McNeil reveló que Ikner formó parte durante años del Consejo Asesor Juvenil de la oficina local y participó en múltiples programas de entrenamiento. “No nos sorprende que tuviera acceso a armas”, declaró.

Relatos de estudiantes evidenciaron el caos vivido dentro del campus. Paula Maldonado, estudiante de segundo año, narró que durante la clase escuchó gritos y luego se activó la alarma de amenaza activa. “Apagamos las luces, bloqueamos la puerta con escritorios y nos escondimos en silencio. Algunos lloraban y se consolaban entre sí”, compartió a ABC News.

Otros estudiantes se resguardaron en áreas como la bolera del centro estudiantil o fueron escoltados por agentes con las manos en alto. La universidad suspendió las clases hasta el viernes.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, informó al presidente Donald Trump sobre el incidente. Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, lamentó el ataque: “No hay lugar para la violencia en la sociedad estadunidense. Toda nuestra nación reza por las víctimas”.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, expresó su apoyo en redes sociales, y la secretaria de Justicia, Pam Bondi, confirmó la colaboración del FBI en la investigación.

Ambulancias y unidades de emergencia de varias agencias acudieron rápidamente al lugar. Cientos de estudiantes fueron evacuados entre abrazos, lágrimas y llamados a sus familias, mientras la comunidad universitaria trata de recuperarse del impacto de este nuevo episodio de violencia armada.